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Loyola de Palacio apuesta por la energía nuclear para compensar el "mercado imperfecto" del petróleo

La vicepresidenta de la Comisión Europea tiene claro que la energía nuclear vuelve a cobrar fuerza como una de las formas de afrontar un mercado del petróleo “imperfecto, muy opaco y sensible a la especulación”. En una entrevista concedida al diario ABC, Loyola de Palacio repasa la situación a la que se enfrenta Europa tras la escalada de precios del crudo. De paso, analiza la política europea del Gobierno de Zapatero.

La vicepresidenta de la Comisión Europea tiene claro que la energía nuclear vuelve a cobrar fuerza como una de las formas de afrontar un mercado del petróleo “imperfecto, muy opaco y sensible a la especulación”. En una entrevista concedida al diario ABC, Loyola de Palacio repasa la situación a la que se enfrenta Europa tras la escalada de precios del crudo. De paso, analiza la política europea del Gobierno de Zapatero.
(Libertad Digital) No le han preguntado a Loyola de Palacio en la entrevista de ABC por las declaraciones de Alfonso Perales culpando al PP de la subida de precios del crudo por haber apoyado la guerra de Irak. Pero de petróleo y de energía sabe y dice mucho la todavía vicepresidenta de la Comisión Europea. Su apuesta por la energía nuclear la defiende con argumentos.
 
Según De Palacio, “el mercado del petróleo es bastante imperfecto, opaco y muy sensible a la especulación”. Su explicación a la escalada que están sufriendo en los mercados los precios del crudo se centra en dos tipos de causas: “(...) estructurales: la recuperación de la economía estadounidense, que incide en un incremento de la demanda, y la fuerte demanda china. Por otro lado, se dan factores psicológicos ligados al riesgo político como Venezuela, con un referéndum complicado, Nigeria con una situación difícil, por no hablar de la situación de Yukos en Rusia o del conflicto en Irak. Sobre el panorama de fondo de un incremento de la demanda, las circunstancias políticas se están valorando de un modo que desemboca en precios tan altos”.
 
Entre las formas en la que Europa puede afrontar esa inestabilidad, Loyola de Palacio aboga por “desde luego, la energía nuclear, que es un factor de seguridad de abastecimiento, de estabilidad de precios y con efectos positivos en términos de reducción de los gases de efecto invernadero”.
 
En su opinión, también “hay que seguir mejorando la eficiencia energética. Ya hemos mejorado enormemente –apunta la responsable europea de energía– respecto de la crisis petrolera de los años 70. En segundo lugar, mediante la diversificación de fuentes, con las energías renovables, el carbón, los contratos a largo plazo del gas”.

A la pregunta de si no es osado reabrir el debate de la energía nuclear, De Palacio recuerda que no es una demanda nueva ni negativa: “Hace cinco años nadie hablaba de ello pero este debate está ahora sobre la mesa. Finlandia ha decidido aumentar su capacidad y construir nuevos reactores. Suiza hizo un referéndum y decidió mantener la energía nuclear y no sustituirla con otras fuentes. Y Francia acaba de anunciar un nuevo programa de energía nuclear. El debate se va a ir introduciendo en otros países en los próximos tiempos. Europa va a seguir incrementando su consumo energético, muy especialmente de electricidad, y no hay muchas alternativas. Hay que apoyar las energías renovables pero no son suficientes, y aumentar el consumo de gas, carbón y petróleo plantea el problema de incrementar las emisiones de gases de efecto invernadero”.

La política de ZP en Europa

Es otro de los grandes asuntos que aborda Loyola de Palacio en la entrevista concedida al diario ABC. Dice la vicepresidenta de la Comisión que en las negociaciones de la Constitución “Zapatero no estuvo muy fino, por decirlo suavemente, y Moratinos todavía menos: a cambio de nada y de manera gratuita renunció a una posición tan cómoda en la UE como la que teníamos. Regaló algo que no era suyo sino de todos los españoles”.

“También observo –añade De Palacio– un seguidismo, que no estoy segura que sea lo mejor para España en Europa. En la época de Felipe González, en Europa se nos veía con simpatía, gente maja y proeuropeos, pero nos consideraban como un país con problemas, pobrecito, con más del 20 por ciento de paro y nada que hacer contra esa situación trágica. Con Aznar, se pasa de la simpatía a la admiración, que es bien distante”. Pero para Loyola de Palacio “no se trata de estar en contra de nadie sino de mantener posiciones propias y ejercerlas. Aquí no se trata de ser el más simpático. El discurso de que España se estaba alejando de Europa me parece, además de totalmente falso, de muy poco nivel”.
 
En resumen, “a mí me gustaría –concluye– que el actual Gobierno fuera capaz de mantener el nivel de presencia y de influencia que tenía antes de que llegara al poder. Eso ya no es posible, pero a ver cómo compensan el regalo que hicieron tan generosamente de algo que era de todos los españoles, el peso de España en el Consejo de la UE”.

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