El Real Madrid cumple en Cracovia gracias al gran olfato goleador de Morientes (0-2)

L D (EFE) Morientes sigue en estado de gracia. Tras ser el máximo goleador de la pasada Liga de Campeones, con nueve tantos, necesitaba tres minutos, un pase de David Beckham y un toque de balón para marcar su primer gol oficial esta temporada.

La primera mitad comenzó con el guión previsto. La posesión del balón fue siempre del conjunto blanco, aunque los de Camacho, con poca chispa a estas alturas de temporada, no encontraron huecos en la defensa polaca para hacer daño. Con el encuentro controlado, muy cómodo en el terreno de juego y con el Wisla de espectador, el Madrid tuvo varias oportunidades de ponerse por delante en el marcador, pero ni Roberto Carlos, ni Zidane ni Raúl lograron anotar el primer gol. Walter Samuel le ha dado un lavado de cara a la zaga blanca. Poco a poco se va acoplando e incluso parece que hace mejores a sus compañeros, ya que, salvo algún desajuste defensivo propio del mes de agosto, los cuatro de atrás dieron una seguridad defensiva que hacía tiempo no sentía Casillas.

 

Camacho tiene claro cuál es la asignatura pendiente de su equipo en las últimas temporadas. Por eso, ha blindado la portería de Casillas juntando a Helguera y Beckham con la pareja de centrales, pero, como toda moneda, esto tiene una cruz, y ésa no es otra que el equipo ha perdido pegada arriba. Tras la reanudación, los polacos creyeron en sus posibilidades durante los primeros quince minutos y crearon más peligro que en toda la primera parte, lo que hizo lucirse a Casillas en un par de acciones.

Pero después del susto, el Real Madrid volvió a hacerse con el mando del partido, ya con Guti y Morientes en el terreno de juego en sustitución de dos cansados Ronaldo y Zidane. El Moro, a los tres minutos de salir al terreno de juego, consiguió un tanto de delantero centro a la antigua usanza. Buscó el segundo palo, entró desde atrás y remató con la rodilla un centro con mucha intención de Beckham. Con el triunfo en el bolsillo, la eliminatoria encarrilada y el rival satisfecho por un resultado honroso, el partido murió a la espera del partido de vuelta. Pero aún le dio tiempo a Morientes de sentenciar con otro gol en el tiempo de prolongación y a Camacho de hacer un guiño al sacar al terreno de juego a Celades.