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El 65 por ciento de los correos electrónicos enviados en junio era “spam”

La propagación de los correos electrónicos no solicitados, o “spam”, crece mes a mes. Según el último estudio de la compañía Brightmail, ya representan el 65 por ciento de los mensajes que los usuarios reciben en sus cuentas electrónicas. La firma alerta sobre el progresivo auge del “phishing”, una de las técnicas más empleadas por los “ciberdelincuentes” para llevar a cabo estafas “on line”.

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La propagación de los correos electrónicos no solicitados, o “spam”, crece mes a mes. Según el último estudio de la compañía Brightmail, ya representan el 65 por ciento de los mensajes que los usuarios reciben en sus cuentas electrónicas. La firma alerta sobre el progresivo auge del “phishing”, una de las técnicas más empleadas por los “ciberdelincuentes” para llevar a cabo estafas “on line”.
(Libertad Digital) El 65 por ciento de los correos electrónicos enviados durante el mes de junio de 2004 fue “spam” o mensajes basura. Esta cifra representa un incremento del 8 por ciento respecto a la registrada hace tres años, según destaca la firma Brightmail. Según sus datos, las últimas tendencias indican que cada vez es mayor el número de correos basura que no está escrito en inglés, representando a día de hoy el 16 por ciento. Asimismo, pone de manifiesto la cada vez mayor profusión de mensajes no solicitados de contenido médico o financiero, que suponen el 69,6 por ciento del “spam” enviado.
 
La plaga no tiene visos de remitir, por mucho que en países como Estados Unidos se hayan aprobado leyes “anti-spam”. Con los datos en la mano, la compañía denuncia que todas las medidas legislativas llevadas a cabo hasta el momento han resultado ineficaces. “Las personas están infravalorando a los spammers”, señala Enrique Salem, vicepresidente de soluciones de Brightmail. A su juicio, los datos recogidos “son dramáticos” porque, de alguna forma, suponen casi “un ataque de denegación de servicio en la infraestructura del correo electrónico”. Salem considera que existe un “defecto fundamental” en la infraestructura del e-mail porque, cuando fue diseñado, “nadie pensaba en el spam o el phising”.
 
Casi al mismo ritmo que se propaga el “spam”, crece el “phishing”, una de las técnicas más empleadas por “ciberdelincuentes” para llevar a cabo estafas online. En este caso, Brightmail lamenta que este tipo de prácticas no sólo afecta a los usuarios engañados, sino que también repercute sobre la credibilidad de los negocios en Internet. En este sentido, la firma aboga porque se pongan en marcha campañas de concienciación para que los internautas naveguen por la Red de forma segura.

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