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China impone cuatro años de cárcel en la primera condena de la campaña antipornografía en Internet

Un tribunal del este de China condenó a una mujer a cuatro años de cárcel en lo que representa, según los medios de comunicación, la primera condena de una campaña de represión de la pornografía en Internet. Las autoridades se escudan en esta campaña para limpiar la Red e impedir accesos a páginas de la disidencia. Casi 700 web chinas y 988 extranjeras han sido cerradas o bloqueadas en el último mes.

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L D (EFE) Wang Yanli fue reconocida culpable por el tribunal del condado de Feng, en la provincia de Jiangsu, de haber administrado una web donde se podían ver, previo pago, desnudos. Según la televisión, el sitio acogió a 110 personas entre diciembre y enero pasados, quienes pagaron un abono anual que podía llegar a los 600 yuanes (cerca de 59 dólares) por mirar durante cuatro horas "espectáculos lascivos" que se difundían de noche. Wang habría ganado unos 30.000 yenes (2.932 dólares) en tres meses.
 
China lanzó hace un mes una campaña de represión de sitios pornográficos en Internet, lo que ha conducido ya a cientos de detenciones. Además, casi 700 páginas web chinas y 988 extranjeras han sido cerradas o bloqueadas por ofrecer al lector fotos, vídeos, artículos o productos pornográficos o indecentes, según el Ministerio chino de Seguridad Pública.

No todas las webs se dedican a la venta de pornografía, pero muchas "utilizan las imágenes para atraer al público", denunció el Ministerio, sin dar detalles de los contenidos ahora censurados. La "campaña popular contra la pornografía", fue puesta en marcha el 6 de julio con la creación de un cuerpo de "ciberpolicías" que pueden ser contactados en la página web www.cyberpolice.com y en varios números de teléfono. Hasta ahora, las autoridades han recibido decenas de miles de mensajes de protesta, y 250.000 llamadas de ciudadanos denunciando "material obsceno o indecente" en la red.

Además, en su campaña contra la Red, China cerró entre febrero y mayo más de 8.600 cibercafés que no cumplían “las regulaciones establecidas, carecían de licencia y, frecuentemente, permitían la entrada de estudiantes de primaria y secundaria”.

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