LD (Agencias) El Ministerio de Interior de Irak ha confirmado la muerte de al menos siete personas y heridas en otras cuarenta después de que varios obuses lanzados por terroristas, hicieran impacto en una comisaría de la Policía ubicada en la céntrica calle Rasheed.
Cinco automóviles que se encontraban en las inmediaciones quedaron destruidos por la explosión, que dañó también las fachadas de varios edificios que se ubican a escasa distancia de la fortaleza donde se vienen celebrando las sesiones de la Conferencia Nacional iraquí.
El coronel Adnan Abdel Rahaman, portavoz del Ministerio de Interior, declaró que "habíamos pensado al principio que se trataba de un coche bomba, ya que había resultado muy dañado un edificio, pero los expertos en balística han concluido que se trató de obuses de mortero". La caída de estos obuses "ha causado siete muertos y cuarenta heridos, según un balance provisional", añadió el responsable. La Policía ha bloqueado la zona de la explosión, en la que se aprecia una enorme columna de humo, mientras los bomberos y las ambulancias están actuando en el lugar, según constataron varios corresponsales.