L D (EFE) El portavoz de la Fiscalía holandesa, Wim De Bruin, agregó en un comunicado que "la identidad del sospechoso no coincidía con las huellas dactilares proporcionadas" por el equipo de la Comisaría General de Información de España que se trasladó a Holanda para colaborar en la identificación de dos detenidos, ya que se sospechaba que uno de ellos podía estar implicado en los atentados.
Según De Bruin, "los dos hombres fueron identificados exclusivamente basándose en sus huellas dactilares y no hubo ningún interrogatorio". Aunque la Fiscalía no informó de la identidad exacta de los dos hombres señaló que "se trata de dos hermanos de 22 y 23 años", según el comunicado. Preguntado sobre si alguno de ellos podría tener alguna relación o parentesco con sospechosos de la masacre de Madrid, De Bruin indicó que "oficialmente no puedo decir nada".
Después de la identificación, el hombre del que se sospechaba que podía tener una conexión con el 11-M fue liberado por un corto periodo de tiempo, pero "fue de nuevo detenido por infracción a la Ley del Opio" (tenencia de drogas), la misma razón por la que ya estaba arrestado el otro hombre cuya identidad tampoco se conocía, agrega el comunicado. Ambos comparecerán el próximo viernes ante el juzgado de Rotterdam (oeste del país) por infracciones a la "Ley del Opio".
La Policía holandesa realizó desde el pasado martes por la noche hasta el miércoles por la mañana registros en dos pisos en la localidad de Roosendaal (sur de Holanda cerca de la frontera belga), después de haber recibido indicios por parte de las autoridades españolas de que "uno o más sospechosos del 11-M podrían encontrarse allí", indicó De Bruin.
Durante esa acción fueron detenidas dos personas en los dos pisos y otras siete en la calle. Estás últimas pasaron ayer mismo a disposición del servicio de extranjería, de los que cinco ya han sido puestos en libertad porque disponían de papeles en regla.
Según De Bruin, "los dos hombres fueron identificados exclusivamente basándose en sus huellas dactilares y no hubo ningún interrogatorio". Aunque la Fiscalía no informó de la identidad exacta de los dos hombres señaló que "se trata de dos hermanos de 22 y 23 años", según el comunicado. Preguntado sobre si alguno de ellos podría tener alguna relación o parentesco con sospechosos de la masacre de Madrid, De Bruin indicó que "oficialmente no puedo decir nada".
Después de la identificación, el hombre del que se sospechaba que podía tener una conexión con el 11-M fue liberado por un corto periodo de tiempo, pero "fue de nuevo detenido por infracción a la Ley del Opio" (tenencia de drogas), la misma razón por la que ya estaba arrestado el otro hombre cuya identidad tampoco se conocía, agrega el comunicado. Ambos comparecerán el próximo viernes ante el juzgado de Rotterdam (oeste del país) por infracciones a la "Ley del Opio".
La Policía holandesa realizó desde el pasado martes por la noche hasta el miércoles por la mañana registros en dos pisos en la localidad de Roosendaal (sur de Holanda cerca de la frontera belga), después de haber recibido indicios por parte de las autoridades españolas de que "uno o más sospechosos del 11-M podrían encontrarse allí", indicó De Bruin.
Durante esa acción fueron detenidas dos personas en los dos pisos y otras siete en la calle. Estás últimas pasaron ayer mismo a disposición del servicio de extranjería, de los que cinco ya han sido puestos en libertad porque disponían de papeles en regla.