L D (EFE) Mutola, que había ganado todas las grandes competiciones desde los Juegos de Sydney (nueve títulos mundiales), desembocó en la recta final en cabeza pero en los últimos metros se quedó clavada y fue perdiendo posiciones hasta quedar fuera del podio. El título olímpico, para su consuelo, queda en manos de su amiga y compañera de entrenamientos Kelly Holmes. La carrera fue lanzada a un ritmo feroz por la estadounidense Jearl Miles Clark. Holmes viajó por el carril que abría la mozambiqueña en su progreso y la ejecutó sin piedad ante la tribuna de honor. Por detrás, la marroquí Hasna Benhassi, campeona mundial en sala de 1.500 en 2001, y la eslovena Jolanda Ceplak, plusmarquista mundial bajo techo, llegaron a tiempo de colgarse las otras dos medallas.
Estados Unidos logró el "triplete" en 400 metros, pero de sus tres corredores el campeón, contra lo acostumbrado, fue el de raza blanca, Jeremy Wariner, un discípulo de Michael Johnson que empieza a emular a su maestro con solo 20 años. Su medalla de oro vino adornada con una nueva marca personal de 44.00 segundos. Su compatriota Otis Harris, de 22 años, fue segundo con 44.16, y Derrick Brew, de 26, completó la terna estadounidense con 44.42. Desde Los Angeles'84 el título olímpico no sale de los Estados Unidos. El húngaro Robert Fazekas batió el récord olímpico de disco con un lanzamiento de 70,93 en su segundo intento y eso le bastó para derrotar al favorito, el lituano Virgilijus Alekna, que se quedó en 69,89. La final femenina de 5.000 metros escenificó la vieja historia de rivalidad entre kenianas y etíopes con el desenlace acostumbrado: ganó la etíope al sprint. Meserte Defar, de 20 años, fulminó a la keniana Isabella Ochichi y ganó la medalla de oro con 14:45.65.
La camerunesa Francoise Mbango, que había conseguido dos medallas de plata consecutivas en campeonatos del mundo en triple salto, batió el récord africano con una marca de 15,30 metros y arrebató el oro a la griega Chrisopiyi Devetzi, que había saltado 15,25 en la cuarta ronda. Athanasia Tsoumeleka dio a Grecia la primera medalla de su historia en marcha con su inesperada victoria en la final olímpica de 20 kilómetros sobre la gran favorita, la rusa Olimpiada Ivanova, campeona mundial hace tres años. La australiana Jane Saville se colgó, finalmente, la medalla de bronce que perdió hace cuatro años en Sydney cuando, marchando en tercera posición, fue descalificada al penetrar en el estadio.
Estados Unidos logró el "triplete" en 400 metros, pero de sus tres corredores el campeón, contra lo acostumbrado, fue el de raza blanca, Jeremy Wariner, un discípulo de Michael Johnson que empieza a emular a su maestro con solo 20 años. Su medalla de oro vino adornada con una nueva marca personal de 44.00 segundos. Su compatriota Otis Harris, de 22 años, fue segundo con 44.16, y Derrick Brew, de 26, completó la terna estadounidense con 44.42. Desde Los Angeles'84 el título olímpico no sale de los Estados Unidos. El húngaro Robert Fazekas batió el récord olímpico de disco con un lanzamiento de 70,93 en su segundo intento y eso le bastó para derrotar al favorito, el lituano Virgilijus Alekna, que se quedó en 69,89. La final femenina de 5.000 metros escenificó la vieja historia de rivalidad entre kenianas y etíopes con el desenlace acostumbrado: ganó la etíope al sprint. Meserte Defar, de 20 años, fulminó a la keniana Isabella Ochichi y ganó la medalla de oro con 14:45.65.
La camerunesa Francoise Mbango, que había conseguido dos medallas de plata consecutivas en campeonatos del mundo en triple salto, batió el récord africano con una marca de 15,30 metros y arrebató el oro a la griega Chrisopiyi Devetzi, que había saltado 15,25 en la cuarta ronda. Athanasia Tsoumeleka dio a Grecia la primera medalla de su historia en marcha con su inesperada victoria en la final olímpica de 20 kilómetros sobre la gran favorita, la rusa Olimpiada Ivanova, campeona mundial hace tres años. La australiana Jane Saville se colgó, finalmente, la medalla de bronce que perdió hace cuatro años en Sydney cuando, marchando en tercera posición, fue descalificada al penetrar en el estadio.