LD (EFE) El periodista Enzo Baldoni, de 56 años, colaborador del semanario Diario editado en Milán, voluntario de la Cruz Roja italiana y la Media Luna Roja, ha sido asesinado por terroristas del autodenominado "Ejército Islámico de Irak" tras cumplirse un ultimátum de 48 horas al Gobierno de Silvio Berlusconi para que retirara sus tropas de territorio iraquí.
Los terroristas enviaron un vídeo a la cadena de televisión qatarí Al-Yazira en el que muestran la ejecución del periodista y que el canal por satélite aseguró no emitirá "por respeto a la sensibilidad de los espectadores". El asesinato tuvo lugar en las cercanías de esta ciudad iraquí donde el reportero fue secuestrado, hace una semana, junto con su intérprete, un ciudadano iraquí cuyo cadáver fue encontrado a los pocos días en la zona.
El pasado martes los terroristas enviaron un primer vídeo a Al-Yazira en el que el propio Baldoni, en aparentes buenas condiciones, se identificaba y describía sus actividades como voluntario de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. En los últimos meses, la víctima había organizado dos convoyes humanitarios enviados a Nayaf.
La noticia del cumplimiento de la amenaza fue recibida con dolor y estupor en Italia, ya que en las últimas horas se habían redoblado los llamamientos para la liberación de Baldoni, entre muestras de confianza en que su actividad humanitaria sería considerada por los terroristas. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, calificó el asesinato de "barbarie", y reiteró su compromiso de "combatir el terrorismo en todas partes y en todas las formas en las que se manifieste". En su declaración aseguró que Italia seguirá en Irak, "fiel a los compromisos asumidos con el Gobierno provisional iraquí".
Tanto la mayoría gobernante como la oposición se unieron para mostrar su más firme condena al asesinato, "una bestialidad terrorista", según el presidente de la Cámara italiana, Pierferdinando Casini. Por su parte, el líder del opositor Demócratas de Izquierda (DS), Piero Fassino, mostró su "horror e indignación por un asesinato atroz, que ninguna razón política puede justificar", mientras que el presidente de los diputados de la centrista Margarita, Pierluigi Castagnetti, mostró su estupor por una noticia, aseguró, que no se esperaba.