Las últimas bombas de ETA explotaron este sábado en Santiago de Compostela y La Coruña. La primera estalló poco después del mediodía mientras que la segunda fue desactivada por la Policía tras localizarla a las tres de la tarde. Fuentes de la lucha antiterrorista calificaron de "importante" este hecho, ya que permitirá establecer la procedencia del temporizador usado y facilitar las labores de investigación.
Un comunicante anónimo en nombre de ETA había anunciado que los artefactos explotarían a las 12 del mediodía.
Nueve bombas en el mes de agosto
Con estas son ya nueve las bombas colocadas en Galicia, Asturias y Cantabria a lo largo de los meses de agosto y julio, todos ellas de escasa potencia.
El pasado 21 de agosto sobre las 13.00 horas estallaron dos artefactos en sendos contenedores en el Real Club Náutico de Sanjenjo, lo que ocasionó cuatro heridos leves, y en el puerto deportivo de Bayona. Poco antes se había recibido una llamada en nombre de ETA al diario Gara.
El día 15 de agosto, otro artefacto estalló en la localidad asturiana de Llanes sobre las 13.30 horas sin provocar daños personales ni materiales; estaba colocado a unos 300 metros de donde un comunicante anónimo había dicho a La Nueva España. El artefacto estaba dentro de una bolsa de basura, confundida con otras pequeñas bolsas, y en una zona con relleno de escombros.
Otros dos artefactos de baja intensidad, como los anteriores, explotaron el 12 de agosto en el Paseo de Pereda de Santander y en las inmediaciones de la playa de San Lorenzo de Gijón, sin causar daños personales, salvo un herido leve en la playa asturiana.
Otras dos bombas estallaron el 7 de agosto sin causar tampoco heridos en la localidad cántabra de San Vicente de la Barquera y en Riadesella, donde se celebraba el Descenso Internacional del Sella, fiesta que reúne a miles de jóvenes.