L D (Agencias) José María Grande Urquijo, también jefe de la Agrupación Española en Bosnia-Herzegovina, resumió su tesis en que el Ejército "no es una ONG con pistolas" porque su principal misión es "la defensa del país en todos los órdenes, tanto territorial como de los valores de un país".
Grande impartió este lunes en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) una conferencia sobre ‘Conciencia y cultura de Defensa’, recogido por la agencia Europa Press, en el que explicó que "debido a nuestra especial preparación y a los medios que tenemos sí somos capaces, en determinados momentos, de ayudar a otra nación que se encuentra en crisis o con problemas graves, pero los ejércitos no se han creado para cumplir misiones humanitarias".
El coronel detectó pues, "un problema de educación" que ha derivado en una falta de conciencia sobre la Defensa en España. Explicó Grande que "mientras en otros países se enseña desde la escuela lo que es la Defensa y los compromisos de la nación, como es el caso de Francia, Inglaterra y Alemania, en España no se hace nada al respecto".
En su opinión, la sensibilización de la sociedad española hacia las guerras hace que se prefiera el diálogo a la acción armada, algo de lo que se alegra el coronel pese a que "ha creado una conciencia de que las fuerzas armadas están para desarrollar misiones humanitarias". Además, indicó que, se ha producido "un cambio en las ideas" entre las generaciones, a lo que se ha añadido, según Grande, "una pérdida del sentido de identidad nacional muy grave y muy importante".
Pero además, Grande lamentó que "la sociedad española piensa que no tiene amenazas, lo cual es un error porque amenazados estamos". De hecho, en opinión del coronel "ahora el enemigo es el terrorismo", algo que se puso de manifiesto tras el 11-M que "puede hacer llegar a las conciencias de los españoles el sentimiento de lo necesaria que es la Defensa".
Otro de los "contrasentidos" sobre la concepción de la Defensa, según José María Grande es que la sociedad española "quiera un ejército profesional, que las fuerzas armadas participen en los compromisos internacionales, asistan a misiones de paz y que el Ejército esté dotado de un buen armamento y a la hora de ‘rascarse el bolsillo’ no quieran grandes presupuestos para la Defensa", cuando, según apuntó, "un ejército profesional es más caro que uno de reclutamiento obligatorio".
Confesó estar "a favor" de la profesionalización del Ejército pero señaló al modelo francés como ejemplo de debate previo al cambio de reclutamiento. "En Francia se llevó a cabo este debate y como consecuencia de ello se adoptaron una serie de medidas que hicieron que la Defensa no se desvinculase de la sociedad".