L D (EFE) Pasqual Maragall, ha dicho este viernes que Cataluña y su lengua "no están en peligro", sino que "son más respetadas que nunca", ante lo que ha abogado por "un nuevo patriotismo" basado en el "triángulo mágico" escuela-gobierno-empresas que permita "hacer avanzar a nuestra nación".
En su primer discurso como presidente catalán con motivo de la Diada de Cataluña que se celebra este sábado, Maragall ha destacado que tras un "año de cambios" han llegado las izquierdas al ejecutivo autonómico. Lo llama los "hijos del sueño de la Cataluña republicana y de la lucha contra la dictadura".
En su opinión, "en los meses que vienen habrá el debate sobre el nuevo Estatuto" por lo que, añadió, "entramos en uno de los años más decisivos de nuestra historia moderna". Y tras ello auguró que "lo conseguiremos. Ganaremos. Estoy convencido. Hará falta que Cataluña explique y haga valer su voluntad colectiva ante las instituciones del Estado y del conjunto de los pueblos de España. La Constitución española deberá remachar el clavo".
Acto seguido, ha dicho que "Cataluña, su lengua, su cultura, su convivencia y su fuerza colectiva no están en peligro, digámoslo claro. Al contrario, son más respetadas que antes. Cataluña es un país vivo y en constante evolución. Siempre habrá un presente para transformar y un futuro para ganar, siempre podremos ir más lejos".
La fórmula de Maragall es la que el PNV lleva aplicando muchos años: "nuestro futuro nacional será más sólido y más atractivo si funciona bien el triángulo mágico que forman escuela-gobierno-empresas, si nuestras escuelas y nuestra sanidad pública son mejores, si innovamos en nuestras empresas, en la administración, y en las universidades (...). Este es el nuevo patriotismo que reclamo".
En su primer discurso como presidente catalán con motivo de la Diada de Cataluña que se celebra este sábado, Maragall ha destacado que tras un "año de cambios" han llegado las izquierdas al ejecutivo autonómico. Lo llama los "hijos del sueño de la Cataluña republicana y de la lucha contra la dictadura".
En su opinión, "en los meses que vienen habrá el debate sobre el nuevo Estatuto" por lo que, añadió, "entramos en uno de los años más decisivos de nuestra historia moderna". Y tras ello auguró que "lo conseguiremos. Ganaremos. Estoy convencido. Hará falta que Cataluña explique y haga valer su voluntad colectiva ante las instituciones del Estado y del conjunto de los pueblos de España. La Constitución española deberá remachar el clavo".
Acto seguido, ha dicho que "Cataluña, su lengua, su cultura, su convivencia y su fuerza colectiva no están en peligro, digámoslo claro. Al contrario, son más respetadas que antes. Cataluña es un país vivo y en constante evolución. Siempre habrá un presente para transformar y un futuro para ganar, siempre podremos ir más lejos".
La fórmula de Maragall es la que el PNV lleva aplicando muchos años: "nuestro futuro nacional será más sólido y más atractivo si funciona bien el triángulo mágico que forman escuela-gobierno-empresas, si nuestras escuelas y nuestra sanidad pública son mejores, si innovamos en nuestras empresas, en la administración, y en las universidades (...). Este es el nuevo patriotismo que reclamo".
Pasqual Maragall dice que los catalanes "no hemos sido un problema para España, pero también es cierto que no le hemos propuesto nada nuevo", en referencia a la etapa de CiU, ante lo que ha apostado por "integrar plenamente a todos los ciudadanos en el marco de la convivencia que nos hemos dotado".
“Pueblo atareado, luchador y finalmente derrotado”
En lo que ha calificado como "nuevo estilo", el presidente catalán ha citado el acto institucional que la Generalidad y el Parlamento catalán han organizado para este sábado por primera vez en el Parque de la Ciudadela y que estará abierto a la ciudadanía. Dice Maragall que "cuando mañana vengáis al parque de la Ciutadella recordad que todo esto, antes de ser ciudadela y baluarte militar, y después Exposición Universal el año 1888, y después sede del Parlament, habían sido casas y calles, pueblo atareado, pueblo luchador, pueblo finalmente derrotado".
En referencia a otros 11-S, Maragall ha recordado el Chile de Allende de 1973 y el “trágico 11-S” de Estados Unidos, además del “terrible impacto" del atentado de Madrid. Según el presidente de la Generalidad "todo liga en un mundo más dramático pero también más consciente de lo que le ha pasado, más abierto. Por ello nos abocamos al abrazo solidario con las víctimas, a la colaboración política para combatir el terrorismo, a la cooperación económica para erradicar la pobreza, al diálogo entre culturas para desactivar el fanatismo".