El secretario general del PP declaró que el Gobierno socialista está "obsesionado con la imagen", y que lo que le importa es "salir en las revistas de moda". Rajoy dijo que Rodríguez Zapatero "confunde gobernar con saludar". Asimismo, subrayó que la actividad de los dirigentes gubernamentales es "pendular" porque "un día dicen una cosa y otro otra", además de ocuparse "sólo del pasado" y de derogar las leyes aprobadas por el PP.
Más afiliados tras las generales
Rajoy celebró que el PP tienen ahora "más afiliados que antes" de las generales de marzo, algo que "nadie" podía pensar en ese momento. En este sentido, recordó los diez millones de españoles que votaron al PP en las circunstancias "excepcionales" y "dramáticas" que presidieron los últimos comicios, tras el 11-M, a los que, garantizó, "no les voy a fallar".
El dirigente popular ofreció el "sentido común" de los populares porque es "de lo que está muy necesitada la gobernación de los asuntos públicos", y señaló que no aspiraría a ser presidente del PP y de España "si no tuviera la firme convicción de que podemos ganar las próximas elecciones por nuestros propios méritos y no por la debilidad de nuestros adversarios".
Homenaje a Aznar y respaldo a Fraga
Rajoy expresó su voluntad de "redir homenaje a la ingente labor al frente del PP y del Gobierno" que realizó José María Aznar, "le guste o no lo le guste a quien le guste o no le guste". Explicó que Manuel Fraga es presidente fundador del PP porque así los desean "todos", pero que también le pedirá a Aznar que se convierta en el presidnete de honor.
"Si no fuera así, yo no sería yo y los militantes no serían lo que somos y eso, sencillamente, no es posible. Qué le vamos a hacer", ironizó. El público respondió a la propuesta de Mariano con gritos de "Aznar, se siente, será mi presidente".
El secretario general del PP volvió a expresar su apoyo público a que Manuel Fraga se presente por quinta vez consecutiva a la reelección en las autonómicas del próximo año y le garantizó "el apoyo incondicional" del partido para revalidar su mayoría absoluta. En su opinión, a Fraga lo avala "el cambio colosal" que se ha producido en Galicia desde que en 1989 ganó por primera vez las elecciones autonómicas, así como "su trayectoria política, su indiscutible amor y dedicación a su tierra y sus ideas siempre renovadas".