LD (EFE) El saldo de los primeros ocho meses del año fue resultado de unos ingresos de 70.960 millones de euros, el 2,3 por ciento más, y unos pagos de 70.524 millones de euros, el 2,7 por ciento más, según explicó el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Miguel Angel Fernández Ordóñez.
El secretario de Estado también culpó de esta reducción del superávit al mayor incremento del número de devoluciones por IRPF e IVA (7,3 por ciento). Otras causas son el cambio de calendario de pago de retenciones por parte de las Administraciones Públicas y el hecho de que en los primeros meses del pasado año no se recogió la bajada de retenciones consecuencia de la última reforma del IRPF.
Hasta agosto, los ingresos no financieros netos –incluyendo los datos de las Administraciones Territoriales– ascendieron a 96.146 millones de euros, el 5,2 por ciento más que en el 2003, de los que 25.361 millones corresponden a los entes territoriales. Dentro de los ingresos no financieros, los impuestos directos aportaron a las arcas del Estado 45.893 millones de euros, el 5,3 por ciento más. No obstante, la recaudación del IRPF sólo aumentó el 0,7 por ciento, debido al adelanto de las devoluciones, hasta situarse en 29.671 millones.
La recaudación del Impuesto de Sociedades hasta agosto fue de 14.690 millones de euros, el 15,6 por ciento más que la del mismo período del 2003, debido al menor número de devoluciones realizadas. En los ocho primeros meses del año, la recaudación por IVA creció el 7,4 por ciento y alcanzó los 28.645 millones de euros mientras que los impuestos especiales supusieron 11.660 millones, el 4,5 por ciento más.
Respecto a los pagos no financieros, hasta agosto supusieron 74.722 millones de euros, el 0,2 por ciento menos que un año antes. Los pagos por gastos de personal supusieron un desembolso de 12.460 millones de euros, el 4,2 por ciento más. Los gastos corrientes en bienes y servicios supusieron el pago de 2.191 millones de euros, el 24,5 por ciento más, debido a los mayores pagos de ejercicios cerrados y a gastos electorales.
Las operaciones de capital sumaron hasta agosto 7.998 millones de euros, el 6,2 por ciento menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior, mientras que las inversiones reales supusieron 4.043 millones, el 12,3 por ciento menos. Asimismo, las transferencias de capital aumentaron el 0,8 por ciento menos con un volumen de pagos de 3.955 millones de euros.
En términos de caja –que computa los ingresos y pagos cuando se efectúan y no cuando se comprometen, como hace la contabilidad nacional– el Estado tuvo un déficit entre enero y agosto de 3.937 millones de euros, el 34,4 por ciento menos que un año antes.
El secretario de Estado también culpó de esta reducción del superávit al mayor incremento del número de devoluciones por IRPF e IVA (7,3 por ciento). Otras causas son el cambio de calendario de pago de retenciones por parte de las Administraciones Públicas y el hecho de que en los primeros meses del pasado año no se recogió la bajada de retenciones consecuencia de la última reforma del IRPF.
Hasta agosto, los ingresos no financieros netos –incluyendo los datos de las Administraciones Territoriales– ascendieron a 96.146 millones de euros, el 5,2 por ciento más que en el 2003, de los que 25.361 millones corresponden a los entes territoriales. Dentro de los ingresos no financieros, los impuestos directos aportaron a las arcas del Estado 45.893 millones de euros, el 5,3 por ciento más. No obstante, la recaudación del IRPF sólo aumentó el 0,7 por ciento, debido al adelanto de las devoluciones, hasta situarse en 29.671 millones.
La recaudación del Impuesto de Sociedades hasta agosto fue de 14.690 millones de euros, el 15,6 por ciento más que la del mismo período del 2003, debido al menor número de devoluciones realizadas. En los ocho primeros meses del año, la recaudación por IVA creció el 7,4 por ciento y alcanzó los 28.645 millones de euros mientras que los impuestos especiales supusieron 11.660 millones, el 4,5 por ciento más.
Respecto a los pagos no financieros, hasta agosto supusieron 74.722 millones de euros, el 0,2 por ciento menos que un año antes. Los pagos por gastos de personal supusieron un desembolso de 12.460 millones de euros, el 4,2 por ciento más. Los gastos corrientes en bienes y servicios supusieron el pago de 2.191 millones de euros, el 24,5 por ciento más, debido a los mayores pagos de ejercicios cerrados y a gastos electorales.
Las operaciones de capital sumaron hasta agosto 7.998 millones de euros, el 6,2 por ciento menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior, mientras que las inversiones reales supusieron 4.043 millones, el 12,3 por ciento menos. Asimismo, las transferencias de capital aumentaron el 0,8 por ciento menos con un volumen de pagos de 3.955 millones de euros.
En términos de caja –que computa los ingresos y pagos cuando se efectúan y no cuando se comprometen, como hace la contabilidad nacional– el Estado tuvo un déficit entre enero y agosto de 3.937 millones de euros, el 34,4 por ciento menos que un año antes.