L D (EFE) El libro parte de una investigación encargada por el emperador Nerón al militar Marco Junio Vitalis el año 62 después de Cristo y se acerca a la figura de un pescador judío que varias décadas antes fue amigo de un tal Jesús, ajusticiado en Jerusalén por el gobernador Poncio Pilatos.
Los interrogatorios de este pescador y la ayuda de un erudito helenista llamado Roscio permitirán a Vitalis acercarse a la historia de Jesús y a la influencia que ejerció sobre los que le conocieron, pues fue capaz no sólo de trastornar las bases del Imperio, sino las del propio corazón humano, ya que después de su contacto, la persona se planteaba un cambio vital.
La novela de César Vidal, doctor en Historia, Teología y Filosofía y Licenciado en Derecho, obtuvo este año la cuarta edición del Premio Espiritualidad, que concede la Editorial Martínez-Roca y tiene una dotación de 20.000 euros. César Vidal manifestó en la presentación de "El testamento del pescador", que optó por escribir una novela porque proporciona más libertad que el ensayo y acerca más al gran público, y dijo que para escribirla se ha basado en las fuentes históricas sobre Jesús, en los escritores clásicos Tácito y Suetonio, en Flavio Josefo y en la literatura rabínica.
Los interrogatorios de este pescador y la ayuda de un erudito helenista llamado Roscio permitirán a Vitalis acercarse a la historia de Jesús y a la influencia que ejerció sobre los que le conocieron, pues fue capaz no sólo de trastornar las bases del Imperio, sino las del propio corazón humano, ya que después de su contacto, la persona se planteaba un cambio vital.
La novela de César Vidal, doctor en Historia, Teología y Filosofía y Licenciado en Derecho, obtuvo este año la cuarta edición del Premio Espiritualidad, que concede la Editorial Martínez-Roca y tiene una dotación de 20.000 euros. César Vidal manifestó en la presentación de "El testamento del pescador", que optó por escribir una novela porque proporciona más libertad que el ensayo y acerca más al gran público, y dijo que para escribirla se ha basado en las fuentes históricas sobre Jesús, en los escritores clásicos Tácito y Suetonio, en Flavio Josefo y en la literatura rabínica.
Versión histórica del ambiente
Según Vidal, de Jesús existen más fuentes que las que nos hablan de personajes como Sócrates o Platón, pero como en todas las épocas, la historia contemporánea habla poco de ellos, aunque luego tengan mayor impronta que los dirigentes. Se trata de una versión histórica del ambiente no ortodoxa que intenta reconstruir con la mayor fidelidad las reacciones que provocó entre los que le conocieron, pues en su aceptación o rechazo está la base del cristianismo, ya que los que lo conocían se planteaban un desafío vital que afectaba a las zonas profundas del ser humano.
Jesús fue un personaje judío por antonomasia y su aceptación fue mayoritaria entre las mujeres, sacrificadas a veces tras nacer, casadas antes de ser núbiles y en ocasiones muertas a los quince años. A Vidal le interesó especialmente la reacción de la sociedad romana, que es el trasfondo histórico de "El testamento del pescador", pues, en su opinión, era muy parecida a la actual, ya que el hermano de Cicerón escribió el mejor manual electoral que existe y la gente contaba con el circo en lugar de la televisión.
Convencidos de que la república no iba a funcionar a la larga, la gente se contentaba con procesos electorales divertidos y con la recepción de subvenciones, es decir, divertirse en vez de trabajar, y despreciaba a sectores sociales como los enfermos o los niños, hasta el punto de que en algunas ciudades se atascaron las cloacas por el número de cadáveres recién nacidos.
Roma, que conocía también la inmigración que vivía en los últimos pisos, era una ciudad con parecidos asombrosos con la actualidad pues era profundamente ruidosa, sobretodo cuando se prohibió el tráfico diurno a base de multas. La sociedad romana era también muy religiosa, - no salían en día nefasto o sin hacer su ofrenda a los lares- y estaba convencida de que en ningún momento su Imperio pudiera resquebrajarse, pues sus calzadas habían proporcionado una comunicación más revolucionaria que la que hoy da internet y habían conseguido que existiera una moneda y una lengua única.
Según Vidal, de Jesús existen más fuentes que las que nos hablan de personajes como Sócrates o Platón, pero como en todas las épocas, la historia contemporánea habla poco de ellos, aunque luego tengan mayor impronta que los dirigentes. Se trata de una versión histórica del ambiente no ortodoxa que intenta reconstruir con la mayor fidelidad las reacciones que provocó entre los que le conocieron, pues en su aceptación o rechazo está la base del cristianismo, ya que los que lo conocían se planteaban un desafío vital que afectaba a las zonas profundas del ser humano.
Jesús fue un personaje judío por antonomasia y su aceptación fue mayoritaria entre las mujeres, sacrificadas a veces tras nacer, casadas antes de ser núbiles y en ocasiones muertas a los quince años. A Vidal le interesó especialmente la reacción de la sociedad romana, que es el trasfondo histórico de "El testamento del pescador", pues, en su opinión, era muy parecida a la actual, ya que el hermano de Cicerón escribió el mejor manual electoral que existe y la gente contaba con el circo en lugar de la televisión.
Convencidos de que la república no iba a funcionar a la larga, la gente se contentaba con procesos electorales divertidos y con la recepción de subvenciones, es decir, divertirse en vez de trabajar, y despreciaba a sectores sociales como los enfermos o los niños, hasta el punto de que en algunas ciudades se atascaron las cloacas por el número de cadáveres recién nacidos.
Roma, que conocía también la inmigración que vivía en los últimos pisos, era una ciudad con parecidos asombrosos con la actualidad pues era profundamente ruidosa, sobretodo cuando se prohibió el tráfico diurno a base de multas. La sociedad romana era también muy religiosa, - no salían en día nefasto o sin hacer su ofrenda a los lares- y estaba convencida de que en ningún momento su Imperio pudiera resquebrajarse, pues sus calzadas habían proporcionado una comunicación más revolucionaria que la que hoy da internet y habían conseguido que existiera una moneda y una lengua única.