(Libertad Digital) Partido de las típicas noches mágicas el vivido este martes en el Santiago Bernabéu. Y eso que tanto el Real Madrid como la Roma se presentaban con una alarmante crisis de juego y resultados. Más, si cabe, el equipo giallorosso, sin entrenador, fustigado por los problemas sociales y deportivos y con el orgullo como único argumento.
El Madrid empezaba la noche con el viento a favor en la reaparición de Zidane. Otra nota destacada fue el indulto a Roberto Carlos pese a que el brasileño se fue complicando la vida con pases arriesgados y tiros imposibles. Pero este equipo, el de García Remón, no termina de arrancar de inicio, y su fragilidad defensiva y su falta de tensión fue alarmante en el primer cuarto de hora. A los tres minutos, De Rossi adelantó a la Roma. El trío Mancini-Totti-Cassano hacía mucho daño y, aunque el equipo blanco gozó de un par de ocasiones, en la segunda llegada de la Roma llegó el 0-2, obra de Cassano.
Corría el minuto 21 y ya todos se temían lo peor. Pero fue en ese instante cuando el Real Madrid reaccionó de verdad. Sacó su casta y comenzó a llegar al marco de Pelizzoli con más corazón que cabeza. Aparecieron Figo, Zidane y Raúl con todo su arsenal, con un desgaste descomunal, corriendo como nunca. Como si fuera este el último partido de sus vidas. No hay nadie que pueda poner en duda la casta de un colectivo que cuando quiere, puede. Surgió Raúl antes del descanso para acortar distancias. Otro gol de garra. Como el de San Mamés, apareciendo por sorpresa, esta vez realizó con un toque final de Dellas, que no pudo atrapar el espigado Pelizzoli. El capitán madridista está con rabia y subiendo su nivel cada día que pasa. Con el 1-2 en el marcador, la Roma apeló al contragolpe y Panucci hizo gala de su zorrería. Sabía que Zidane andaba mal en el hombro y por eso le propinó una carga en esa zona que hizo a Zizou rebelarse e irse como un loco a por el ex madridista.
El segundo tiempo comenzó enseguida con suerte para el Madrid. La Roma tiró el partido con una acción absurda. Panucci dio un empujón a Raúl dentro del área y penalti al canto. Figo ponía el empate y comenzaba otra historia. Con un hincha volcado, que perdona todo. Y que aplaude reacciones de raza que sirven para camuflar el laberinto del equipo. La Roma intentó reaccionar pronto. Figo se dio un festival a costa de Candela. Y Ezio Sella, el técnico del Roma tras la dimisión de Rudi Voeller, lo cambió por Luigi Sartor para atemperar la hemorragia.
García Remón mandó a la ducha a Celades. Con una tarjeta y a punto de ver la segunda, optó por dar salida a Guti. El equipo visitante se atrincheró y sacó lo peor del fútbol italiano: Dacourt y De Rossi se echaron atrás, con Perrotta de escudero. A Dellas, el central griego, se le acumulaba el trabajo. El Madrid comenzó a abrir el campo, con un Luis Figo extraordinario. El portugués encaraba, buscaba el uno contra uno con éxito y fue decisivo en el 3-2 que remachó Raúl a la red. En pleno éxtasis, y por primera vez con ventaja en el marcador, Roberto Carlos se ganó el aplauso con un golazo soberbio. Un toque lleno de efecto, con veneno, que se fue dentro. García Remón supo manejar los cambios.
Ficha técnica del partido
Roma, 2: Pelizzoli; Panucci, Dellas, Cufré, Candela (Sartor, m.60); Mancini, De Rossi (Mido, m.75), Dacourt, Perrotta; Totti y Cassano
Goles: 0-1, m.3: De Rossi; 0-2, m.21: Cassano; 1-2, m.39: Raúl; 2-2, m.52: Figo, de penalti; 3-2, m.72: Raúl; 4-2, m.79: Roberto Carlos
Árbitro: Valentin Ivanov (Rusia). Mostró cartulina amarilla a Celades, Helguera y Samuel, del Real Madrid, y a Panucci, de la Roma
Incidencias: Partido de la segunda jornada del grupo B de la Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 65.000 espectadores. Noche veraniega. Ronaldo se retiró lesionado a los 85 minutos