LD (EFE) "Un retraso en la revisión (del acuerdo) no significa un retraso en el diálogo", subrayó el portavoz del Fondo, Tom Dawson, en rueda de prensa, en la que anunció la que será la primera gira de Rato por Latinoamérica, que también le llevará a Uruguay, Chile y Brasil.
Las relaciones del FMI y Argentina son "cordiales", según el portavoz, quien en reiteradas ocasiones explicó que la expresión "suspensión del acuerdo" no es la más adecuada para describir el momento actual de las relaciones entre el organismo y el país sudamericano. Lo que ha pasado es un retraso, una demora en la tercera revisión del acuerdo, que no pudo cerrarse por una serie de razones.
Dawson no quiso avanzar conclusiones sobre las posibles propuestas que surjan de los contactos de Rato con Kirchner y con su equipo económico, encabezado por el ministro Roberto Lavagna. No obstante, entre esas propuestas cada vez cobra más fuerza la que apunta a que el responsable del Fondo podría aceptar aplazar durante un año los pagos no obligatorios, por valor de algo más de 1.000 millones de dólares, que Buenos Aires debería realizar antes de finales de 2004.
Rato podrá proponer y avalar esta iniciativa pero sólo se hará efectiva si la respalda el Directorio del organismo multilateral, en el que están representados sus 184 países miembros. El Directorio podría acceder a aprobar el aplazamiento de esos pagos pero, a cambio, Argentina debe comprometerse a cumplir religiosamente con los vencimientos que son obligatorios y que alcanzan unos 1.500 millones de dólares.
Rato llegará a Buenos Aires el martes y aunque sólo estará allí durante unas horas, las aprovechará al máximo, ya que en su agenda figuran sendos encuentros con Kirchner, con Lavagna y también con el presidente del Banco Central del país, Alfonso Prat Gay. Su intención es conocer de primera mano las propuestas o planes de todos ellos para reconducir una situación que, ya sea suspendida, congelada o retrasada, lo cierto es que no atraviesa por su mejor momento.
Las relaciones del FMI y Argentina son "cordiales", según el portavoz, quien en reiteradas ocasiones explicó que la expresión "suspensión del acuerdo" no es la más adecuada para describir el momento actual de las relaciones entre el organismo y el país sudamericano. Lo que ha pasado es un retraso, una demora en la tercera revisión del acuerdo, que no pudo cerrarse por una serie de razones.
Dawson no quiso avanzar conclusiones sobre las posibles propuestas que surjan de los contactos de Rato con Kirchner y con su equipo económico, encabezado por el ministro Roberto Lavagna. No obstante, entre esas propuestas cada vez cobra más fuerza la que apunta a que el responsable del Fondo podría aceptar aplazar durante un año los pagos no obligatorios, por valor de algo más de 1.000 millones de dólares, que Buenos Aires debería realizar antes de finales de 2004.
Rato podrá proponer y avalar esta iniciativa pero sólo se hará efectiva si la respalda el Directorio del organismo multilateral, en el que están representados sus 184 países miembros. El Directorio podría acceder a aprobar el aplazamiento de esos pagos pero, a cambio, Argentina debe comprometerse a cumplir religiosamente con los vencimientos que son obligatorios y que alcanzan unos 1.500 millones de dólares.
Rato llegará a Buenos Aires el martes y aunque sólo estará allí durante unas horas, las aprovechará al máximo, ya que en su agenda figuran sendos encuentros con Kirchner, con Lavagna y también con el presidente del Banco Central del país, Alfonso Prat Gay. Su intención es conocer de primera mano las propuestas o planes de todos ellos para reconducir una situación que, ya sea suspendida, congelada o retrasada, lo cierto es que no atraviesa por su mejor momento.