LD (EFE) La pauta en ambos casos fue la misma: los jóvenes encendieron varios braseros portátiles y se envenenaron al aspirar el mortal monóxido de carbono que desprendió la combustión del carbón quemado dentro de los vehículos cerrados. La Policía sospecha de que los jóvenes hubieran acordado por Internet suicidarse juntos. Estos casos han levantado la alarma incluso en un país como Japón, donde el suicidio de adolescentes y jóvenes, presionados por la soledad y un ambiente social competitivo al que no pueden adaptarse, está al orden del día.
El primer suceso del que informó la Policía ocurrió en un aparcamiento de un complejo de montaña de Minano, localidad de la provincia de Saitama y próxima a Tokio. El hallazgo se produjo a primera hora de la mañana, en una zona boscosa que la Policía estaba rastreando en busca de un grupo de siete jóvenes, después de que uno de ellos enviara un correo electrónico a un amigo en el que le comunicaba su intención de acabar con su vida. Los agentes se toparon con una trágica escena: en el interior de un automóvil tipo ranchera alquilado en Tokio se encontraban los cadáveres de cuatro chicos y tres muchachas, junto a cuatro braseros de carbón aún humeantes. Los policías encontraron notas caligrafiadas en las que los jóvenes, adolescentes y veinteañeros, explicaban las razones de su suicidio.
En el segundo caso, ocurrido esa misma noche, dos mujeres, de 27 y 21 años, acabaron con su vida con el mismo método. Este suceso tuvo lugar en Yokosuka, localidad de la provincia de Kanagawa, al sur de Tokio, según informó Kyodo citando fuentes de la policía. Las dos mujeres fueron halladas muertas en un automóvil, también alquilado, en cuyo interior se consumían los restos de carbón de dos hornillos o braseros portátiles. En ninguno de los dos casos se encontraron huellas de violencia que indujeran a pensar en asesinatos, dijo la policía.
Aunque las autoridades se han planteado cerrar esas páginas, sus autores argumentan que prestan su ayuda al creciente número de personas que se sienten solas en Japón. Datos de la Policía muestran que entre enero de 2003 y junio de 2004 al menos 45 personas cometieron suicidios en grupo después de haberse conocido por Internet. No obstante, este último caso de Saitama, con siete víctimas, parece ser el mayor suicidio colectivo hasta ahora registrado en este país.