L D (EFE) "Lamentablemente, la actual situación de las relaciones entre Cuba y España, y de las relaciones de Cuba con la Unión Europea, es profundamente insatisfactoria", afirmó el embajador en el discurso que pronunció, durante la recepción ofrecida en su residencia de La Habana, con motivo del Día de la Hispanidad.
Esa situación "insatisfactoria", añadió, no permite promover las relaciones entre los dos Gobiernos, favorecer el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales y contribuir a que el régimen comunista de La Habana mejore las condiciones de vida de los cubanos.
"Queremos, por tanto, superar la situación actual y ser otra vez interlocutores con todos los sectores políticos y sociales", insistió. Para lograrlo, dijo, se ha iniciado una "reflexión" en el seno de la UE que ha permitido llegar a "un consenso sobre la dudosa utilidad práctica de las medidas de junio de 2003 y la necesidad de sustituirlas por un instrumento más eficaz". Zaldívar reconoció que aún no hay acuerdo, aunque se mostró convencido de que será cuestión de tiempo; "y no de mucho", agregó.
"Queremos superar (la situación actual) de acuerdo con el resto de la Unión, y, no lo ocultamos, España quiere liderar ese proceso", afirmó. Incluso subrayó que le habría gustado contar con miembros del régimen comunista en la recepción. "Esperamos que pueda haber representantes del Gobierno en las próximas fiestas nacionales", dijo Zalvívar; y añadió: "Mientras tanto, aspiramos a trabajar en línea con el Gobierno de Cuba, con quienes disienten de su política y con todo el pueblo cubano".
La recepción de Zaldívar con motivo de la Fiesta Nacional había levantado una gran expectación por la posibilidad de que el Gabinete Zapatero decidiera no invitar a disidentes, rompiendo el acuerdo alcanzado en 2003 por la UE. La polémica se zanjó a finales de la pasada semana, cuando el Gobierno decidió invitar a los opositores a la recepción, para evitar una ruptura de la política hacia la Isla acordada por los Veinticinco.
El discurso de Zaldívar levantó reacciones encontradas entre los disidentes que asistieron a la recepción y los diplomáticos europeos. Opositores como Martha Beatriz Roque, la única mujer del Grupo de los 75 –excarcelada por motivos de salud tras ser condenada en los procesos sumarísimos del pasado año–, y Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL) y Premio Sajarov del Parlamento Europeo, abandonaron la recepción tras escuchar el mensaje de Zaldívar. En junio de 2003, en protesta por las condenas a 75 disidentes y el fusilamiento de tres individuos que secuestraron una barcaza para huir del país, la UE adoptó un paquete de sanciones políticas contra el régimen comunista de Fidel Castro que incluía, entre otras medidas, invitar a los opositores a las recepciones ofrecidas en las embajadas de los Estados miembros con motivo de sus respectivas fiestas nacionales .
El responsable de Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas, ha reaccionado con rapidez y no ha tardado en criticar las palabras de Zaldívar. Moragas ha asegurado que el embajador “deliraba”, y ha calificado de “radical y sectario” el discurso que pronunció. Además, ha asegurado que todo el afán del Gobierno socialista radica en desdecir al PP, y ha advertido del peligro que representan, para el PSOE y España, la pareja “Moratinos-Zaldívar”.