L D (Agencias) El ministro de Defensa, José Bono, comparecerá el jueves ante el Congreso para informar sobre aquel accidente, que costó la vida a 62 militares. Según informa la agencia Europa Press, algunos familiares de las víctimas han querido recordar que, hace casi un año –el 22 de octubre de 2003–, el entonces portavoz socialista y hoy ministro de Trabajo, Jesús Caldera, garantizó que las responsabilidades políticas no quedarían "impunes" y afirmó que el Parlamento crearía una comisión de investigación en aquel momento "o en 2004".
"Pues bien, ahora que el PSOE gobierna no se ha creado una comisión de investigación, que pidió de manera oficial cuatro veces en la oposición, y no ha habido ningún responsable político declarado en el Parlamento de la muerte de 62 militares que volvían a España después de cuatro meses de misión de paz en Afganistán", afirman 19 familiares de las víctimas en un comunicado que han remitido a Europa Press.
En el escrito se dice que en nuestro país existían 12 quejas "previas" en torno a la seguridad de ese tipo de aviones; por contraposición –se añade–, en Noruega "una sola (queja) sobre el mismo aparato siniestrado bastó para cancelar el contrato con NAMSA, agencia de la OTAN que los subcontrata".
"No todo vale"
"Pedimos que el Gobierno sea consecuente con sus palabras y que apoye, como prometió, una comisión de investigación parlamentaria sobre la tragedia del Yak-42, recordando a los socialistas que no todo vale, y que si se compromete con el pueblo español a algo debe cumplirlo y no jugar con los sentimientos de 62 familias", agrega el texto.
Los familiares de las víctimas que suscriben el comunicado demandan al Gabinete Zapatero que, "de manera pública o en comisión de investigación", desclasifique al menos dos informes; informes que aseguran, el Ejecutivo mantiene reservados.
Según ellos, el primero de tales informes lo habría redactado el mismo día del accidente el capitán del Val –destinado en el Ala 31 del destacamento Géminis de Zaragoza–, y da cuenta de "las seis horas que permaneció el Yak en su última escala en el aeropuerto de Manás, donde se habrían constatado “una gran cantidad de incidencias".
El segundo es un informe "clasificado" del vuelo previo al siniestrado (del 14 de mayo de 2003) y redactado por el comandante del CNI Enrique López Hernando; un informe "en el que se queja del TU-154, de su seguridad, de las botellas de vodka en la cabina...".