Los autores del atentado dejaron la bomba, de aproximadamente un kilo de explosivo y con un temporizador horario, oculta en una fiambrera a la puerta de entrada de la oficina, en el primer piso del edificio, sin más indicaciones que un cartelito con la palabra "peligro".
Un vecino del inmueble, en el que las dos primeras plantas están dedicadas a oficinas y el resto a viviendas, informó a los agentes de que poco antes de que estallase la bomba, minutos antes de las 17 horas, vio la fiambrera con el cartelito ante la entrada de la inmobiliaria.
Los terroristas no avisaron de su colocación a los medios habituales, como solía hacer ETA cuando colocaba bombas en lugares habitados, sino que la Ertzaintza tuvo conocimiento del atentado por las llamadas de los vecinos, tras producirse.
Estalla junto a una inmobiliaria de Bilbao la tercera bomba de ETA en una semana
Tras la cadena de atentados de ETA durante el mes de agosto en Cantabria, Asturias y Galicia, la banda terrorista ha reaparecido en la última semana en el País Vasco. Tras las explosiones en dos inmobiliarias de San Sebastián, este sábado los etarras han colocado otro artefacto similar en una oficina de Bilbao. Los daños materiales provocados han sido escasos.
L D (EFE) El último artefacto de ETA hizo explosión a las cinco de la tarde de este sábado en la calle Licenciado Poza de Bilbao, sin que se produjeran heridos. Como en los dos atentados anteriores, el objetivo del atentado era una inmobiliaria de la capital vizcaína, ubicada en un primer piso del número catorce de la céntrica calle bilbaína. Esta es la tercera bomba que estalla esta semana contra empresas del sector inmobiliario vasco, las dos anteriores explotaron en San Sebastián.
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