Menú

Telefónica achaca al rechazo social la escasa implantación del UMTS en España

Telefónica Móviles, el principal operador de telefonía en España, reconoce que se ha topado con dos problemas a la hora de que se consolide el despliegue de la telefonía de tercera generación, o UMTS, en España: por un lado, las trabas administrativas y, por otro, el rechazo social a la instalación de nuevas antenas. Por su parte, Belarmino García, director general de Amena, ha señalado que todavía existen problemas para la comunicación entre los terminales GSM y los UMTS. García considera que todavía quedan unos tres meses para garantizar la calidad de los servicios

0
L D (Agencias) "El despliegue de las redes UMTS va más lento de lo previsto debido al rechazo social existente y la dispersión normativa entre las autoridades locales”, apunta Javier Aguilera, consejero delegado de Telefónica Móviles de España. Éste reconoce que, en 2003, los planes de despliegue de antenas sólo se pudieron cumplir en un 28 por ciento.
 
Tanto Telefónica Móviles como Vodafone ofrecen desde el pasado mayo servicios UMTS. Desde entonces, el número de abonados ha sido prácticamente insignificante a pesar de las enormes expectativas depositados en ellos.
 
Según datos de la industria, durante los próximos cuatro años deberían instalarse entre 15.000 y 20.000 antenas adicionales para la telefonía móvil de tercera generación. Sin embargo, como reconoce Jordi Casamitjana, vicepresidente de la filial española de Nortel, “en la actualidad sólo hay unas 3.400 antenas aptas, lo que no ofrece una cobertura suficiente y no garantiza un funcionamiento correcto de la tecnología”.
 
La operadores apuntan que los principales motivos del retraso es el "caos normativo”, ya que coexisten entre 500 y 600 ordenanzas de las distintas administraciones, en especial en Castilla y León, Asturias, Galicia, Andalucía, y Valencia, que impiden una instalación rápida de las antenas necesarias. El plazo entre que se solicita una licencia hasta que se pone en marcha la infraestructura ronda los 18 meses. En muchos países europeos este periodo no llega a los cuatro y en la mayoría no sobrepasa los diez.
A juicio de Casamitjana, las operadoras han hecho los deberes a pesar de que la comunicación de terminales y redes sigue siendo el gran desafío para la implantación del UMTS.
 
Problemas entre el GSM y el UMTS
 
Por su parte, el director general de Amena, Belarmino García, cree que todavía existen problemas para la comunicación entre los terminales de telefonía móvil tradicional GSM y los de tercera generación UMTS y que todavía quedan unos tres meses para garantizar la calidad de los servicios.

Amena es la única de las tres operadoras de telefonía móvil que operan en España que todavía no ha lanzado sus servicios de telefonía móvil de tercera generación, aunque confía que estén disponibles antes de que concluya el año.

El director general de Amena lamenta la poca penetración del UMTS e incide en la necesidad de resolver técnicamente los pequeños problemas que existen entre terminales para que los usuarios tengan una buena experiencia de uso.

 

 

En Tecnociencia

    0
    comentarios