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Denuncian la existencia de 17 fosas comunes de albano-kosovares asesinados por fuerzas serbias

El ex ministro serbio del Interior, Dusan Mihajlovic, ha denunciado la existencia en Serbia de 17 fosas comunes en las que supuestamente se enterraron restos mortales de albano-kosovares que fueron asesinados por miembros de las fuerzas de seguridad serbias, durante los bombardeos de la OTAN contra Yugoslavia, ocurridos entre marzo y junio de 1999.

LD (EFE) En una entrevista con el periódico belgradense Blic, el ex ministro serbio del Interior, Dusan Mihajlovic, ha dicho que personal bajo su responsabilidad localizaron "hace varios años 17 fosas comunes". Además, afirmó tener " documentación de todos los crímenes perpetrados en Kosovo". De ello, opinó que hasta ahora no se ha hecho mucho en la búsqueda de los culpables porque "no hay voluntad política para eso".
 
Según datos de la organización no gubernamental Centro para los Derechos Humanos, la Policía serbia descubrió en 2001 y 2002 diez fosas con unos 1.100 cuerpos, presuntamente de albano-kosovares asesinados durante los bombardeos de la OTAN contra Yugoslavia, entre marzo y junio de 1999. En 1997 comenzaron en Kosovo los enfrentamientos de las fuerzas de seguridad serbias y la guerrilla del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK), que luchaban por la independencia de esa provincia de mayoría albanesa y que culminaron durante la campaña aérea de la Alianza.
 
Siete de los enterramientos hallados están en el polígono de las unidades especiales de la Policía en el suburbio belgradense de Batajnica, dos en otro de esos polígonos en Petrovo Selo, en el este de Serbia, mientras que una "fosa" consistente en un camión frigorífico apareció hundida en el embalse de Perucac, en el río Drina. Otra se encuentra cerca de Vranje, en el sur de Serbia.
 
Según datos oficiales, la exhumación de esos cadáveres concluyó el pasado febrero y hasta ahora han sido entregados a la misión de la ONU en Kosovo (UNMIK) 336 cuerpos identificados por el ADN. Las autopsias revelaron que muchos de ellos presentaban huellas de balas, heridas mortales producidas por objetos duros y algunos estaban evidentemente deteriorados por el fuego, lo que indica un intento de incinerar a las víctimas.

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