L D (EFE) Los últimos datos oficiales (con el 99,7 por ciento de las actas) dan una ventaja a Yanukóvich sobre el ganador de la primera vuelta, Víctor Yúschenko, de tres puntos: 49,7 frente a 46,7 por ciento. Yúschenko es un firme partidario del acercamiento de Ucrania a la Unión Europea, mientras que Yanukóvich aboga por reforzar los lazos con Rusia.
La crisis política está servida. Las capitales de cuatro regiones del oeste, baluarte de la oposición, han proclamado a Yúschenko presidente electo, y han anunciado que sólo obedecerán sus órdenes. Además, el Consejo Municipal de Kiev ha pedido al Parlamento que invalide los comicios.
Yanukóvich agradeció a sus electores, en una intervención transmitida por la televisión estatal, haber votado “por la paz, la estabilidad y la democracia”. "Debemos olvidar todo lo que nos ha dividido durante esa campaña, porque somos un sólo pueblo. Las elecciones pasan, mientras que el país y la sociedad deben seguir unidos", afirmó.
También tuvo palabras para sus rivales: “Rechazo categóricamente la actitud de algunos políticos que llaman a la gente a las barricadas. Son un puñado de radicales que pretenden dividir a Ucrania recurriendo a las presiones de fuerza y a acciones ilegales”. Y es que la oposición –que congregó a 100.000 personas en Kiev en la noche del lunes– ha hecho un llamamiento a la “resistencia civil organizada” para hacer frente al “fraude electoral masivo y fatal”.
El primer líder mundial en legitimar la polémica elección de Yanukóvich fue el presidente ruso, Vladímir Putin, que telefoneó a aquél para felicitarle sin esperar al anuncio oficial de los resultados finales. El jefe del Kremlin, que viajó en dos ocasiones a Ucrania durante la campaña electoral y apoyó sin tapujos a Yanukóvich –partidario de la integración con Rusia y contrario al ingreso en la OTAN– afirmó que "la lucha electoral fue aguda pero honesta, y la victoria convincente".