L D (Agencias) José Bono ha dicho en la SER, que, tras enterarse el martes por la tarde de los sucedido, pidió al Jefe del Estado Mayor del Ejército que investigase el caso de forma "urgente". El ministro de Defensa se ha disculpado personalmente con los dueños y camareros del bar, que ha visitado en la mañana de este miércoles. Posteriormente anunciaba la detención del sargento responsable de los hechos.
El sargento ha sido sancionado con un arresto preventivo de ocho días y el cambio de destino dentro del Cuartel General del Ejército, informaron fuentes de Defensa. Además, el suboficial instrucotor del simulacro ha sido separado de forma inmediata del curso sobre autoprotección que dirigía y se ha decidido poner en conocimiento del auditor de la Región Militar Centro los hechos para su calificación jurídica, según las mismas fuentes.
El simulacro de atentado llevado a cabo en una cafetería del centro de Madrid por un grupo de militares no había sido programado y se trató de una iniciativa personal del suboficial instructor, el sargento ahora detenido, que dirigía la práctica, según una nota del Jefe del Estado Mayor del Ejército. La operación fue efectuada el pasado día 17, sobre la 12,30 horas, en una cafetería de la calle Mayor, por cinco alumnos militares de tropa profesional, de paisano, dirigidos por este suboficial, pertenecientes al I Curso de Protección de Autoridades para Militares de Tropa Profesional, organizado por la Región Militar Centro.
Según el relato de Bono, el general le explicó al jefe del Ejército de Tierra que en un curso de adiestramiento de protección y escolta de personalidades, "el encargado de uno de los pelotones creyó, por su cuenta y riesgo y sin informar al mando, que debía hacer una demostración práctica con algunos de los muchachos que estaban haciendo el curso". Según precisaron fuentes militares a Europa Press, el sargento primero era el instructor de los otros cuatro militares que le acompañaron en el simulacro y ya se le ha pedido que realizara un relato de los hechos.
"Tomó por objeto este bar, La Amarilla, y allí entró con el susto consiguiente, con una pistola que según me dice el JEME era de plástico, pero a los ojos de cualquier otra persona que hubiera ido armada se hubiera creído, a lo mejor, obligada a repeler la agresión", comentó el ministro durante su intervención en la SER.