(Libertad Digital) Ante los periodistas, en la rueda de prensa conjunta con Hugo Chávez, Zapatero se negó tres veces a contestar. Este miércoles, el Congreso de los Diputados ha presenciado la cuarta negativa y un nuevo ejemplo de escaso talante por parte del Gobierno.
Pese a que la pregunta que el líder de la oposición tenía registrada para formular a Zapatero versaba sobre la reforma fiscal, Mariano Rajoy trató de que quedara aclarada la postura del presidente del Gobierno sobre la polémica visita de Hugo Chávez y las acusaciones –siguiendo al ministro Moratinos– de golpismo contra el ex presidente Aznar.
"Ayer (por el martes) se negó (a declarar) ante los periodistas; hoy yo se lo pregunto". Eso sí, consciente de que no tenía el deber de contestar, Rajoy apostilló: "si no quiere, le formulo la pregunta que figura en el orden del día". Y eso fue lo que hizo Zapatero, refiriéndose directamente a la reforma fiscal, asunto de la pregunta.
En el turno de réplica, Rajoy fue claro: "Usted lo ha querido así, espero que no haga una gracia cuando yo ya no pueda replicar". Pero eso fue exactamente lo que hizo Zapatero: "No quiero defraudarle –ironizó el presidente– ya que ha hecho alusión al debate de las últimas horas". Tras un prolongado revuelo, Zapatero dijo que "ha habido muchas críticas antes de que se pueda explicar el ministro Moratinos, también ha habido críticas a la Cumbre Iberoamericana".
Tras ello, lanzó la "gracia" que temía Rajoy: "No nos molesta que se metan con nosotros después de ver cómo se tratan ustedes mismos, como por ejemplo en Elche".
Tras la cuarta negativa de ZP, petición de cese para Moratinos
Aprovechando una pregunta a la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, sobre relaciones internacionales y la propuesta de la “alianza de civilizaciones” de Zapatero en la ONU, el portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, insistió en la polémica creada por las declaraciones del ministro Moratinos. Zaplana recordó que Chávez ha calificado la política de Zapatero de “revolucionaria” mientras ha acusado a Aznar de apoyar el golpe de Estado, lo que dijo, es una “infamia gravísima e intolerable, y más si la repite el ministro de Exteriores”. Zaplana consideró que estas acusaciones “atentan contra el honor del ex presidente del Gobierno y desprestigia nuestra imagen en el exterior”.
“Resulta vergonzoso” que altos mandatarios como Chávez y Zapatero “despachen el asunto cantando una canción uno –así fue como respondió Chávez en el Palacio de La Moncloa–y mirando a otro lado el otro”, dijo Zaplana y exigió una “rectificación con disculpas, que se envíe a todas la embajadas y representaciones diplomáticas en el extranjero y al Gobierno el cese inmediato del ministro de Exteriores, que en siete meses no sólo ha demostrado su incapacidad para defender los intereses de España sino también su indignidad para ocupar el cargo de jefe de la diplomacia española”, concluyó.
La vicepresidenta dio por sentado que no habría tal cese: "Lamento defraudar El Gobierno y el ministro de Exteriores van a seguir trabajando como lo han hecho hasta ahora, especialmente el ministro de Asuntos Exteriores, para favorecer y consolidar un orden internacional más justo y para favorecer la seguridad, la concertación y cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo".
Nuevos modelos referenciales; Malasia, Venezuela y Elche
Zaplana también reprochó al Gobierno que en lugar de esforzarse por hacer olvidar el “ridículo que hizo el presidente del Gobierno” en Naciones Unidas al proponer la alianza de civilizaciones “se aferran” a incluir en ella a otros países. “Hasta ahora han conseguido dos: Malasia, que no reconoce la igualdad de la mujer y castiga a los homosexuales y Venezuela”.
De la Vega respondió que la iniciativa lanzada en la ONU “ha sido acogida favorablemente por muchos países y en muchos foros” y que el Gobierno seguirá trabajando para que esta propuesta prospere y se cree un grupo de alto nivel para acciones concretas.
Para la vicepresidenta, "siempre será mejor el diálogo, señor Zaplana, en Malasia, en Hanoi, en Venezuela y en Elche, donde terminan a bofetadas". En resumen, el Gobierno reacciona a las acusaciones de Chávez y Moratinos recordándole al PP la crisis de este partido en Elche.