L D (EFE) El comisario jefe de la Unidad Central de la Policía Nacional, José Luis Oliveras, compareció este miércoles ante los medios de comunicación para explicar la operación en la que, por primera vez, hay menores que son autores del delito y no víctimas. Oliveras dijo que en el abundante material intervenido aparecen menores que son víctimas y otros "que son autores" de delito por "almacenamiento, tenencia y distribución pornográfica".
Agregó que la operación no está cerrada, porque "nunca damos una operación por cerrada", pero que ya hay noventa detenidos, todos ellos españoles y que en ningún caso están implicados los padres de los menores. Se refirió al "amplio abanico de la sociedad española" que suponen los detenidos, muchos de ellos con amplios conocimientos del uso de internet, profesores de colegios, estudiantes, ingenieros informáticos, empleados de limpieza, funcionarios y militares.
Oliveras dijo que España no ha sido el centro de producción de estas imágenes y que los prepúberes que aparecen en el material intervenido (de 0 a 13 años) son del cono sur Americano y Latinoamérica, principalmente, si bien destacó que las fotos no están identificadas por países, sino por edades. Entre los detenidos en la operación iniciada el pasado mes de junio y en la que han participado unos 150 agentes hay veintiún menores de edad, detenidos en Albacete (uno), Badajoz (uno), Baleares (siete), Barcelona (cuatro), Castellón (uno), Murcia (uno), Pontevedra (uno), Vizcaya (dos) y Madrid (tres). Las otras detenciones se han practicado en Alava, Aragón, Asturias, Córdoba, Huelva, La Rioja, León, Navarra y Sevilla, con un arresto en cada uno de los lugares, además de en Alicante, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife y Soria (dos), Cádiz y Guipúzcoa (cuatro), Málaga (cinco) y Valencia (seis).
Agregó que la operación no está cerrada, porque "nunca damos una operación por cerrada", pero que ya hay noventa detenidos, todos ellos españoles y que en ningún caso están implicados los padres de los menores. Se refirió al "amplio abanico de la sociedad española" que suponen los detenidos, muchos de ellos con amplios conocimientos del uso de internet, profesores de colegios, estudiantes, ingenieros informáticos, empleados de limpieza, funcionarios y militares.
Oliveras dijo que España no ha sido el centro de producción de estas imágenes y que los prepúberes que aparecen en el material intervenido (de 0 a 13 años) son del cono sur Americano y Latinoamérica, principalmente, si bien destacó que las fotos no están identificadas por países, sino por edades. Entre los detenidos en la operación iniciada el pasado mes de junio y en la que han participado unos 150 agentes hay veintiún menores de edad, detenidos en Albacete (uno), Badajoz (uno), Baleares (siete), Barcelona (cuatro), Castellón (uno), Murcia (uno), Pontevedra (uno), Vizcaya (dos) y Madrid (tres). Las otras detenciones se han practicado en Alava, Aragón, Asturias, Córdoba, Huelva, La Rioja, León, Navarra y Sevilla, con un arresto en cada uno de los lugares, además de en Alicante, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife y Soria (dos), Cádiz y Guipúzcoa (cuatro), Málaga (cinco) y Valencia (seis).
No había beneficios económicos
En la operación, dirigida por el titular del Juzgado de Instrucción número 39 de Madrid, se han practicado 87 registros en domicilios distribuidos por toda la geografía española y se han intervenido numerosos ordenadores portátiles, más de cien discos duros y miles de discos compactos y DVD. En ellos se almacenaban gigas de fotografías y vídeos de contenido pornográfico protagonizados por menores de edad.
Oliveras insistió en lo fácil que era consultar los archivos y que los detenidos funcionaban como un club, en el que se intercambiaban los archivos. En ningún caso, prosiguió, hay beneficio económico y el intercambio de material era la única condición para entrar en las páginas.
Para este responsable policial, "el material es pornográfico sin ningún género de dudas" y las imágenes "son de todo tipo", también con niños forzados a cometer esas posturas y añadió que "no recomiendo verlo porque es macabro y tenebroso".
En la operación, dirigida por el titular del Juzgado de Instrucción número 39 de Madrid, se han practicado 87 registros en domicilios distribuidos por toda la geografía española y se han intervenido numerosos ordenadores portátiles, más de cien discos duros y miles de discos compactos y DVD. En ellos se almacenaban gigas de fotografías y vídeos de contenido pornográfico protagonizados por menores de edad.
Oliveras insistió en lo fácil que era consultar los archivos y que los detenidos funcionaban como un club, en el que se intercambiaban los archivos. En ningún caso, prosiguió, hay beneficio económico y el intercambio de material era la única condición para entrar en las páginas.
Para este responsable policial, "el material es pornográfico sin ningún género de dudas" y las imágenes "son de todo tipo", también con niños forzados a cometer esas posturas y añadió que "no recomiendo verlo porque es macabro y tenebroso".