L D (EFE) Se cumplió la carambola. El Valencia ganó al Anderlecht y el Inter empató con el Werder Bremen, lo que permite al conjunto español seguir vivo en la Liga de Campeones y jugarse su clasificación para octavos de final en la última jornada en Mestalla ante el conjunto germano.
Los primeros compases del choque mostraron las intenciones de unos y otros. El Anderlecht trataba de controlar el encuentro, mientras que el Valencia cedía el dominio a los belgas para buscar la contra, aunque la baja de última hora de Aimar pesó mucho en los de Claudio Ranieri que no encontraron un canalizador de juego.
La verticalidad del sueco Wilhemsson por banda derecha y la movilidad de Aruna en ataque creaban problemas a la defensa del Valencia, aunque Cañizares no pasó por grandes apuros. Un gran cambio de juego de Emiliano Moretti habilitó a Curro Torres por el carril derecho que centró al primer palo donde Corradi se sacó de la chistera un taconazo de lujo para inaugurar el marcador.
Sin embargo, la alegría le duró poco al equipo español, ya que un riguroso penalti sobre Aruna iba a significar el empate cuatro minutos después. Cañizares rechazó el lanzamiento del delantero de Costa de Ivori, pero Wilhemsson estuvo muy atento y se adelantó a la defensa valencianista para lograr la igualada.
El gol desorientó al Valencia. Los belgas, sin gran brillantez en su juego, se hicieron con el mando del duelo, mientras que los de Ranieri retrasaban cada vez más sus líneas y se mostraban huérfanos de ideas con Baraja desaparecido en el campo. En la reanudación, el Valencia se encontró con un gol nada más comenzar. Funcionó la conexión de la delantera italiana y esta vez Di Vaio fusiló al meta Zitka tras una gran asistencia de Corradi.
Con el marcador favorable, los valencianistas se encomendaron más aún al contragolpe, aunque pronto se le acabó el fuelle y una vez los belgas consiguieron rehacerse anímicamente, el partido volvió a la dinámica de la primera mitad, con un Valencia muy replegado y un Anderlecht cada vez más volcado sobre los dominios de Cañizares.
Ranieri, pese a las limitaciones que mostraba el campeón belga, apostó por la defensa a ultranza del resultado y dio entrada a Fiore y Carboni, "italianizando" a su equipo, que llegó a contar en sus filas con cinco jugadores transalpinos hasta que Di Vaio fue sustituido por Mista.
En los últimos minutos, los belgas se lanzaron con todo en busca del gol, mientras que el Valencia se defendió bravamente, conocedor de que el Inter arrancaba un empate en Bremen y dejando todo pendiente para la última jornada en Mestalla.
1-2. El Valencia cumple y el Inter ayuda para decidir en Mestalla
1. Anderlecht: Zitka, Zewlakow, Deschacht, Kompany, De Boeck (Mpenza, m.72); Wilhemsson, Zetterberg, Vanderhaeghe, Bassegio, Aruna y Iachtchouk.
2. Valencia: Cañizares, Curro Torres, Caneira, David Navarro, Moretti; Rufete (Fiore, m.70), Sissoko, Baraja, Xisco (Carboni, m.81), Di Vaio (Mista, m.86) y Corradi.
Goles: 0-1, m.19: Corradi. 1-1, m.24: Wilhemsson. 1-2, m.47: Di Vaio
Arbitro: Tom Henning Ovrebo (NOR). Amonestó en el Valencia a Corradi
Incidencias: partido correspondiente a la quinta jornada de la liguilla de dieciseisavos de final de la Liga de Campeones, disputado en el estadio Constant Van Den Stock de Bruselas ante 24.000 espectadores. Salió de la alineación valencianista a última hora Pablo Aimar, por problemas musculares.
El Barcelona se clasificó matemáticamente para la siguiente ronda de la Liga de Campeones, pese a ceder un empate (1-1) en el Camp Nou frente al Celtic de Glasgow que le complica notablemente la primera posición del grupo. Los barcelonistas se adelantaron en el marcador, pero se dejaron marcar al borde del descanso y, en la segunda mitad, fueron incapaces de romper nuevamente la muralla defensiva rival.
Quizá los azulgrana desoyeron en parte la consigna de Frank Rijkaard y dieron prioridad al espectáculo antes de tener la victoria en el bolsillo. De todos modos, la solicitud de Rijkaard de mirar a puerta sin tantos regalos a la grada topó desde el primer momento con esa táctica defensiva diseñada por el responsable del vestuario escocés, Martin O'Neill, quien planteó dos líneas de cinco y cuatro jugadores, dejando sólo en punta a John Hartson.
La clave era aumentar la velocidad en la circulación de balón y el Barcelona tardó 23 minutos en darse cuenta, momento en el que avisó de ello a su rival con un pase de Ronaldinho a la internada de Giuly con posterior pase atrás del francés a Belletti, cuyo remate fue a parar a las manos de Hedman.
Advertido el rival, los barcelonistas dejaron sólo que pasara un minuto para inaugurar el marcador en una acción que inició también Ronaldinho ejecutando rápidamente una falta y que, tras una combinación entre Eto'o y Ronaldinho culminó con el remate final por bajo del camerunés que superaba al guardameta sueco del Celtic.
Con el resultado a favor, el dominio barcelonista se hizo todavía más evidente y los taconazos de Ronaldinho o los intentos de tijera de Giuly se prodigaron, aunque Frank Rijkaard parecía exigir un nuevo tanto antes de apostar definitivamente por el espectáculo. Las ocasiones se sucedían ante la portería de Hedman, algunas tan claras como la que desaprovechó Eto'o a cinco minutos para el descanso, cuando sólo ante Hedman envió el balón al cuerpo del guardameta.
Tanto perdonó el Barcelona que, con el tiempo correspondiente a la primera mitad cumplido, una falta inocente botada por el Celtic al interior del área fue peinada al segundo palo por Varga y Hartson, en el segundo palo, batió a Valdés equilibrando la contienda. Los azulgrana tuvieron que empezar de nuevo en la segunda parte y lo hicieron con un fútbol vertical y agresivo que, como había sucedido en los inicios del partido, chocó con el sistema ultradefensivo escocés.
Frank Rijkaard, que tuvo que sustituir a Sylvinho por Van Bronckhorst en el descanso por las molestias que sufría el brasileño, dio entrada en el minuto 61 a Andrés Iniesta y sentó a Giuly, un recurso que ya le había funcionado en anteriores ocasiones. El Celtic, sin embargo, estaba cada vez más cómodo en la retaguardia y a los azulgrana les faltaba el gas que, en la primera parte, les permitió aplicar la velocidad necesaria a su juego para desbordar en ataque.
Los jugadores de Martin O'Neill acabaron el partido encerrados en su área y renunciando por completo al contragolpe, pero esa táctica le sirvió para llevarse un punto del Camp Nou sin dejar por ello al Barcelona sin su clasificación en el bolsillo.
1-1. El Barcelona se clasifica pese a ceder un empate
1 - Barcelona: Valdés, Belletti, Puyol, Oleguer, Sylvinho (Van Bronckhorst, min.46), Márquez, Xavi, Deco, Giuly (Iniesta, min.61), Ronaldinho y Eto'o.
1 - Celtic: Hedman, Agathe, Balde, Valgaeren, Varga (Camara, min.66), McNamara, Petrov, Lennon, Thomson (Wallace, min.87), Sutton y Hartson.
Goles: 1-0, min.24: Eto'o. 1-1, min.45: Hartson.
Arbitro: Lubos Michel (SVK). Mostró la cartulina a Lennon (m.10) y Márquez (m.37).
Incidencias: Partido correspondiente a la quinta jornada del grupo F de la Liga de Campeones, disputado en el Camp Nou ante 74.190 aficionados con numerosa representación de seguidores del Celtic.