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Valcarce pide que no se marque la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta

La secretaria de Estado de Asuntos Sociales, Amparo Valcarce, ha pedido a los ciudadanos que no marquen en su declaración de la renta la casilla de la Iglesia Católica. Su criterio es que es mejor ceder el 0,52 % a las ONG. Pero, por ley, esa cantidad se puede destinar a "otros fines sociales" y a la Iglesia a la vez; a una sola de ellas o a ninguna de las dos. La propuesta de Valcarce coincide con el llamamiento del presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio-María Rouco Varela, a posicionarse ante las iniciativas legislativas del Gobierno.

L D (Agencias) La secretaria de Estado de Asuntos Sociales, Amparo Valcarce pidió este lunes a los ciudadanos que en su declaración de la renta marquen la casilla destinada a asuntos de interés social, en detrimento de la de la Iglesia Católica. En una rueda de prensa, Valcarce estaba explicando a dónde pueden los ciudadanos destinar su dinero. "Podemos dedicar nuestros impuestos o bien a financiar a la Iglesia Católica o bien a financiar otros proyectos de acción social. Cuando colocamos la cruz en Otros proyectos lo que estamos haciendo es dedicarlos a organizaciones no gubernamentales", dijo. Entonces un periodista le preguntó: "¿O sea, que anima poner la cruz en este tipo de casilla?". "Pues sí", respondió Valcarce.
 
Valcarce expresó la "sorpresa y consternación" que han provocado en el Gobierno central algunas declaraciones de miembros de la jerarquía de la Iglesia Católica en las últimas semanas. En una rueda de prensa celebrada en el sede de la Delegación del Gobierno en Baleares, tras inaugurar el II Congreso Internacional de la Familia que tiene lugar hasta el miércoles en Palma, Valcarce se refirió a las movilizaciones anunciadas por diversas entidades católicas para protestar por la política del actual Gobierno.

Al respecto, señaló que no tiene "nada que objetar" y reconoció el derecho a manifestarse de todos los ciudadanos, pero no escondió la "sorpresa" que han generado estas protestas en el Ejecutivo. En concreto, rechazó la calificación de "antinatural" que ciertos representantes eclesiásticos han otorgado al matrimonio homosexual y recordó que el Gobierno central está desarrollando el programa electoral que votaron "la mayoría de españoles", por lo que pidió a "los cardenales de la curia romana y a los obispos" que se han manifestado en contra de estas medidas y de la agilización de los trámites de divorcio que respeten "lo que votan los españoles".

A juicio de Valcarce, las familias monoparentales, las uniones de hecho y el matrimonio entre personas del mismo sexo deben tener los mismos derechos que las estructuras sociales basadas en una pareja heterosexual porque "todos los españoles son iguales ante la ley". En unas declaraciones anteriores a la citada rueda de prensa, reiteró que en los futuros matrimonios entre homosexuales que prevé la ley de modificación del Código Civil "no habrá ninguna restricción, no en lo que se refiere a la herencia, la filiación ni tampoco la adopción" que en los formados por miembros de diferente sexo.
 
El mismo día que el Cardenal Rouco Varela ofrecía un "diálogo verdadero" al Gobierno, la mano derecha del ministro Jesús Caldera se desmarcaba con estas declaraciones con la justificación de que "así, ese dinero irá a las onegés". La posibilidad de elegir entre ambas casillas, a la hora de hacer la declaración de la renta, es una garantía para que los ciudadanos decidan, en función de sus creencias y valores morales, a qué se destina parte del dinero que recauda Hacienda. Este sistema está diseñado para que el Estado no intervenga en una decisión individual y respetar así el ámbito privado de la moralidad.
 
Rouco, en contra "de dar alas a los abusos de los más fuertes"
 
Por su parte, Rouco Varela inauguró este lunes la LXXXIII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal con un firme discurso en el que esbozó algunos retos del momento actual que preocupan a la jerarquía eclesiástica, instando a los obispos a tomar conciencia "de la vigencia y urgencia de la misión pastoral de la Iglesia" en la actual "coyuntura" política. En primer lugar, el arzobispo de Madrid se refirió al derecho a la vida y a la necesidad de garantizar su protección jurídica. "Abrir puertas a la desprotección del derecho a la vida es dar alas a los abusos de los más fuertes", destacó. A su juicio, esto es lo que ha sucedido con la "legalización del aborto". Es más, entiende que en la actualidad "nos encontramos en la pendiente resbaladiza que conduce del aborto a la eutanasia". Rouco sitúa en este mismo ámbito la investigación con células madre y "el uso de los embriones como cobayas".
 
El presidente de la Conferencia Episcopal entiende que "la promoción del derecho a la vida va muy unida a la del bien integral del matrimonio y de la familia". "Las relaciones sexuales no son simplemente un asunto privado, son ante todo la dimensión básica de la socialidad humana" recalcó, por lo que se mostró en contra a la "desnaturalización jurídica" del matrimonio que supone su extensión a las parejas del mismo sexo. En la misma línea, evidenció su rechazo a la reforma del divorcio. "Para la familia es fundamental la estabilidad del matrimonio. Dejar la permanencia del vínculo matrimonial al mero arbitrio de los cónyuges mina el bien y el futuro de la familia", subrayó.
 
También se refirió a la reforma educativa. Sobre este punto, Rouco explicó que la Iglesia no se opone a que el estudio de la religión sea opcional, si bien, exige que se respete el derecho de los padres a elegir la formación religiosa y moral de sus hijos que que la clase de religión sea "ofrecida en condiciones dignas y equiparables a las demás".
 
La Iglesia no busca la confrontación
 
A pesar de la firmeza de sus palabras, Rouco concluyó su discurso manifestando la disposición de la Iglesia al "diálogo verdadero en el contexto de una sociedad democrática", especialmente con "las autoridades legítimas a quienes compete la responsabilidad". Así, insistió en que la jerarquía católica "no busca nunca la confrontación ni la asunción de competencias que no le son propias" y "no tiene nada que objetar al pluralismo democrático". El arzobispo de Madrid no hizo ninguna mención a la posibilidad apuntada por miembros de la jerarquía de convocar una manifestación en Madrid el próximo mes de diciembre contra las reformas del Gobierno.

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