L D (EFE) De acuerdo con la predicción especial que el Instituto ha hecho para este Puente, el sábado y el domingo se registrarán altas presiones al noroeste de la Península y una borrasca afectará al sureste de esta y el norte de Africa, lo que provocará un tiempo inestable en gran parte de la península y en los dos archipiélagos.
Las precipitaciones de lluvia serán débiles a moderadas, y ocasionalmente tormentosas, en Andalucía, en la vertiente Mediterránea y en Baleares, y serán localmente fuertes en el litoral sur y litoral Mediterráneo, mientras que no son probables en el oeste peninsular.
La cota de nieve variará de 1.000 metros en el Norte peninsular a 1.500 metros en el Sureste peninsular, y las temperaturas registrarán pocos cambios. A partir del lunes la borrasca se irá rellenando y desplazándose lentamente hacia el Noreste, mientras que el anticiclón del Atlántico se extenderá por el Noroeste y se mantendrán las precipitaciones en casi todo el Este peninsular y Baleares.
Esas precipitaciones serán tormentosas y localmente fuertes en puntos del litoral Mediterráneo y de Baleares. En Canarias son posibles las precipitaciones débiles en el norte de las islas, disminuyendo la posibilidad de precipitaciones en el Cantábrico.
Las precipitaciones de lluvia serán débiles a moderadas, y ocasionalmente tormentosas, en Andalucía, en la vertiente Mediterránea y en Baleares, y serán localmente fuertes en el litoral sur y litoral Mediterráneo, mientras que no son probables en el oeste peninsular.
La cota de nieve variará de 1.000 metros en el Norte peninsular a 1.500 metros en el Sureste peninsular, y las temperaturas registrarán pocos cambios. A partir del lunes la borrasca se irá rellenando y desplazándose lentamente hacia el Noreste, mientras que el anticiclón del Atlántico se extenderá por el Noroeste y se mantendrán las precipitaciones en casi todo el Este peninsular y Baleares.
Esas precipitaciones serán tormentosas y localmente fuertes en puntos del litoral Mediterráneo y de Baleares. En Canarias son posibles las precipitaciones débiles en el norte de las islas, disminuyendo la posibilidad de precipitaciones en el Cantábrico.