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La mujer de "Lavandero" permaneció en el agua cerca de una hora en presencia de cuatro policías

Elisángela Barbosa Guimaraes, "Lorena", la mujer del confidente "Lavandero", se adentró en el mar hacia las tres de la tarde. Su actitud alertó a una amiga, que avisó a la Policía. Dos coches patrulla llegaron hasta el lugar pero no activaron las alarmas hasta una hora después. Para entonces, según desvela ABC, una ola se había tragado a la joven. Ante este aparente suicidio, el PP ha mostrado su asombro y ha pedido, como la Asociación Unificada de la Guardia Civil, que la investigación llegue hasta el final.

Elisángela Barbosa Guimaraes, "Lorena", la mujer del confidente "Lavandero", se adentró en el mar hacia las tres de la tarde. Su actitud alertó a una amiga, que avisó a la Policía. Dos coches patrulla llegaron hasta el lugar pero no activaron las alarmas hasta una hora después. Para entonces, según desvela ABC, una ola se había tragado a la joven. Ante este aparente suicidio, el PP ha mostrado su asombro y ha pedido, como la Asociación Unificada de la Guardia Civil, que la investigación llegue hasta el final.
(Libertad Digital) El diario ABC relata que la mujer de José Lavandera Villazón, el confidente de la Guardia Civil conocido como "Lavandero", falleció ahogada después de permanecer cerca de una hora en el agua y sin que los cuatro agentes de Policía que habían sido alertados activaran las alarmas para rescatarla. "Lorena", de nacionalidad brasileña, se había internado en el mar hacia las tres de la tarde, frente a la playa de San Lorenzo, en Gijón.
 
Poco antes, estaba paseando con una amiga por la arena, en dirección a la iglesia de San Pedro. Al llegar a la escalera 7 una ola le arrancó de la mano su teléfono móvil, con el que según fuentes policiales había avisado a un amigo de que se iba a suicidar. Entonces, añade ABC, "comenzó entonces a saltar y tirarse contra las olas". Su amiga se alertó y media hora después avisó a la Policía. Eran las tres y media de la tarde y dos coches del Cuerpo Nacional de Policía llegaron a las inmediaciones de la escalera 10.

El periódico explica que la joven, de 24 años, permaneció en el agua "durante casi una hora en presencia de cuatro policías, de un grupo de amigas y de numerosos ciudadanos que fueron testigos de la tragedia".

Uno de los agentes bajó al arenal para hablar con la joven. "Ella no le hizo caso, por lo que volvió a donde se encontraban sus compañeros, que realizaron varias llamadas telefónicas". También pidieron a varios surfistas que se encontraban en el mar que se acercaran a Lorena y trataran de convencerla de que saliera del agua. Uno de ello, socorrista del Grupo Covadonga, especifica ABC, "consiguió llegar a "Lorena" a nado y no obtuvo una respuesta positiva, por lo que decidió salir del agua para informar a los policías.

Una hora para avisar a los equipos de rescate
 
Casi una hora después de que se adentrara en las aguas, una ola tragó a la joven y desapareció. El diario destaca que "en todo ese tiempo, los agentes no entraron en ningún momento en el agua. Al contrario, se llegaron a apoyar en la barandilla dando la espalda al mar". Sólo cuando no había rastro de Lorena los policía "activaron todas las alarmas". Minutos después llegaron hasta el lugar varios vehículos de Bomberos, más coches policiales, el helicóptero de Bomberos de Asturias, dos embarcaciones de Salvamento Marítimo y una UVI móvil.

Tras la intervención del helicóptero, el cuerpo de la joven fue rescatado media hora después. Eran las cuatro y media. Desde ese momento comenzaron las labores de reanimación, que se prolongaron durante más de una hora y que no dieron resultado.
 
Los testigos criticaron la pasividad policial

Varias testigos presenciales, según ABC, mostraron su intención de denunciar en la Comisaría de Gijón la pasividad con la que "los funcionarios habían actuado durante la media hora en la que la joven estuvo en el agua y nadie se decidió a acudir en su rescate".

La Policía la había buscado en su domicilio hacia las tres de la tarde, cuando recibió una llamada del jefe de Lorena en la que les alertaba de que quería quitarse la vida. En ese momento, varios agentes se dirigieron a la casa de la mujer de Lavandero. Derribaron la puerta y comprobaron que no había nadie en su interior. Otra patrulla también se dirigió al prostíbulo en el que trabajaba Elisángela, pero estaba cerrado.

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