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TRAS EL ACCIDENTE PROVOCADO POR UN KAMIKAZE

El camionero que rescató a los niños lamenta no haber podido salvar a los padres

Santiago Mero López, el camionero que este miércoles ayudó en Madrid a salvar a dos niños de un coche en llamas contra el que había chocado un vehículo que circulaba en sentido contrario expresó su consternación por no poder salvar a los padres de los niños al agotar el contenido de su extintor. "No sé qué nombre darle al suicida. Son palabras fuertes y no procede", dice el camionero, que tras el suceso continuó viajando con su camión hasta Vitoria.

Santiago Mero López, el camionero que este miércoles ayudó en Madrid a salvar a dos niños de un coche en llamas contra el que había chocado un vehículo que circulaba en sentido contrario expresó su consternación por no poder salvar a los padres de los niños al agotar el contenido de su extintor. "No sé qué nombre darle al suicida. Son palabras fuertes y no procede", dice el camionero, que tras el suceso continuó viajando con su camión hasta Vitoria.
L D (EFE) Tras rescatar a los pequeños, el camionero continuó su trabajo conduciendo toda la noche hasta Vitoria, donde debía hacer una entrega de mensajería, sin dejar de pensar en la tragedia que acababa de presenciar y con la única compañía de la música de la radio.

Mero recordó cómo fue el accidente: "Vi por el retrovisor" que un vehículo iba en su misma dirección, pero en los carriles de sentido contrario "esquivando coches". "Al llegar a mi altura", dijo, "se topó con un camión y un coche adelantando y pegó el 'cebollazo' padre. Salió para arriba el Ibiza del pirata este y los dos coches se incendiaron totalmente". Explicó que paró el camión en el arcén, se puso el chaleco y, tras coger el extintor, salió corriendo hacia donde estaban los coches ardiendo, lo que no le extrañó porque "el fuego suele ser habitual en las colisiones frontales".

"Los niños se quedaron con dos chavalas que venían detrás de mi e intenté sacar a los padres, pero se me acabó el extintor y aquello seguía ardiendo", señaló apesadumbrado. Y añadió: "Los dos niños gritaban ¡papá, papá!. Uno de ellos se quemó la pierna derecha, mientras que la pequeña estaba en el lado derecho, con una sillita, y estaba bien pillada. Al otro le tuvimos que quitar los amarres del 'autoplay' para sacarlo, porque corría peligro de quemarse".
 
"Se me ha quedado fijado en la retina"

"Lo que presencié esta madrugada se me ha quedado fijado en la retina. Es un poco fuerte ... demasiado fuerte, porque ver a dos personas quemarse y no poder hacer nada, aunque haya salvado a los niños, es muy fuerte", afirmó. Tras reconocer que le "reconforta haber podido salvar a los dos niños", quiso quitarse méritos al indicar que no fue el único en prestar ayuda. "Estaban tres personas más que me echaron una mano, no era yo solo. Uno tiró de la niña y yo corté el cinturón con una navaja que me dejó un hombre que paró", subrayó.

El camionero dijo que cuando liberó a la pequeña le recordó a su hija de cuatro años. "La misma foto", apostilló. En su opinión, "fue imposible evitar lo que pasó, aunque no sé qué nombre darle al suicida. Son palabras fuertes y no procede, pero un tío de estos que quiere matarse, la pena es que se lleve a alguien por delante". El primero en llamar al camionero fue el defensor del menor, Pedro Núñez Morgades, de quien dijo que es "un señor muy agradable" y que le había preguntado si necesitaba algo. "A mí no me hace falta nada, a esa familia es a la que hay que ayudar", le respondió.

Pese a la experiencia pasada la vida sigue adelante para Santiago Mero: "Tengo que salir esta noche de viaje y no puedo estar pendiente de vosotros (los medios de comunicación), tengo que hacer mi trabajo y dormir un poco". La abuela de los niños también habló con él porque ella lo había pedido: "La pobre ya tiene bastante, me ha dado las gracias por salvar a sus nietos", concluyó.

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