L D (EFE) El Rey, en su tradicional mensaje de Navidad, tuvo este viernes palabras de "emocionado homenaje" para todas las víctimas del terrorismo, especialmente para los 192 asesinados el 11 de marzo en Madrid, y dijo que la Corona "siempre alentará y preservará la unión solidaria de las diversas tierras de España".
Una tarea ésta en la que la Corona "nunca escatimará esfuerzos". "Trabajará con tenacidad -dijo- para armonizar intereses, moderar y arbitrar el funcionamiento de las instituciones, y fomentar el interés general por encima de ambiciones particulares".
En Nochebuena, don Juan Carlos se dirigió un año más a todos los españoles, a través de la televisión, para desear "paz, alegría y prosperidad" y expresar su "mayor afecto y comprensión" a quienes "sufren por cualquier causa" en unas fechas "tan emotivas y familiares".
Recuerdo a las víctimas del 11-M
Desde el salón de audiencias del Palacio de La Zarzuela, sentado junto a un belén y una fotografía suya y de la Reina en compañía de los Príncipes de Asturias el día de su boda, el pasado 22 de mayo, el Rey recordó su "cercanía, apoyo y solidaridad" con los familiares de las víctimas de los "abominables" atentados del 11 de marzo, y con los heridos.
”Ese día toda España lloró con rabia y dolor, de forma unida y solidaria a sus 192 ciudadanos brutalmente asesinados”. Víctimas y familias, afirmó, "merecen nuestra mayor entrega".
"Nuestros corazones siempre permanecerán ligados a su memoria. Su recuerdo -insistió-, y el sufrimiento de tantos heridos, nos deben llevar a reforzar nuestra unidad para acabar con el terrorismo, con sus intolerables asesinatos, amenazas y extorsiones". Todo ello "desde la fortaleza del Estado de Derecho y la cooperación internacional".
En esa lucha los españoles cuentan, en palabras del Rey, con la "abnegada labor" de la Justicia y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad "que se entregan día y noche a la defensa de nuestros derechos y libertades". “También esta noche”, puntualizó.
Una tarea ésta en la que la Corona "nunca escatimará esfuerzos". "Trabajará con tenacidad -dijo- para armonizar intereses, moderar y arbitrar el funcionamiento de las instituciones, y fomentar el interés general por encima de ambiciones particulares".
En Nochebuena, don Juan Carlos se dirigió un año más a todos los españoles, a través de la televisión, para desear "paz, alegría y prosperidad" y expresar su "mayor afecto y comprensión" a quienes "sufren por cualquier causa" en unas fechas "tan emotivas y familiares".
Recuerdo a las víctimas del 11-M
Desde el salón de audiencias del Palacio de La Zarzuela, sentado junto a un belén y una fotografía suya y de la Reina en compañía de los Príncipes de Asturias el día de su boda, el pasado 22 de mayo, el Rey recordó su "cercanía, apoyo y solidaridad" con los familiares de las víctimas de los "abominables" atentados del 11 de marzo, y con los heridos.
”Ese día toda España lloró con rabia y dolor, de forma unida y solidaria a sus 192 ciudadanos brutalmente asesinados”. Víctimas y familias, afirmó, "merecen nuestra mayor entrega".
"Nuestros corazones siempre permanecerán ligados a su memoria. Su recuerdo -insistió-, y el sufrimiento de tantos heridos, nos deben llevar a reforzar nuestra unidad para acabar con el terrorismo, con sus intolerables asesinatos, amenazas y extorsiones". Todo ello "desde la fortaleza del Estado de Derecho y la cooperación internacional".
En esa lucha los españoles cuentan, en palabras del Rey, con la "abnegada labor" de la Justicia y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad "que se entregan día y noche a la defensa de nuestros derechos y libertades". “También esta noche”, puntualizó.
Tras el 14 de marzo y el cambio de signo político del Gobierno
Se refirió también a "la España plural y diversa que hoy disfrutamos", cuyas "profundas transformaciones" no hubieran sido posibles, prosiguió, "sin la estabilidad política, social y económica" que asegura una Constitución que en 2004 celebró su veintiséis cumpleaños.
El Rey animó a mantener sus principios y valores, "y el preciado consenso en que se basa", y se refirió al cambio de Gobierno. “Tras las elecciones generales del pasado mes de marzo, se abría una nueva Legislatura y un Gobierno era relevado por otro de distintos signo político, ambos guiados por el afán de servir leal y eficazmente a España. La alternancia política es siempre escenario de nuevos proyectos y debates”. En este sentido, el Rey dijo que "las diferencias políticas deben resolverse con prudencia, buscando la concordia y el interés colectivo", pero todo ello "dentro del respeto a la Constitución".
Don Juan Carlos habló de una sociedad "abierta, madura y moderna", de una democracia "estable", de planteamientos "integradores", y de la necesidad de avanzar en una país "socialmente más justo", con más bienestar, más y mejor empleo, mayor seguridad ciudadana y más amplias prestaciones sanitarias y sociales.
El Rey pidió más medios y esfuerzos para luchar contar la droga, para reducir los accidentes de circulación, y tuvo palabras de reconocimiento para los "miles de voluntarios" que en esos y muchos otros campos "dan ejemplo de su generosa labor al servicio de los demás".
Valoró el trabajo de los inmigrantes que buscan en nuestro país mejores condiciones de vida, "y que contribuyen a nuestro desarrollo", y citó a las familias como "soporte básico para transmitir nuestra identidad, cultura y tradiciones, así como valores éticos, morales o religiosos, conforme a sus creencias".
"El futuro de España -recalcó el Rey- requiere una sustancial mejora de los niveles educativos de sus hijos, lo que reclama la estrecha y respetuosa cooperación entre autoridades, padres, profesores y alumnos".
Se refirió también a "la España plural y diversa que hoy disfrutamos", cuyas "profundas transformaciones" no hubieran sido posibles, prosiguió, "sin la estabilidad política, social y económica" que asegura una Constitución que en 2004 celebró su veintiséis cumpleaños.
El Rey animó a mantener sus principios y valores, "y el preciado consenso en que se basa", y se refirió al cambio de Gobierno. “Tras las elecciones generales del pasado mes de marzo, se abría una nueva Legislatura y un Gobierno era relevado por otro de distintos signo político, ambos guiados por el afán de servir leal y eficazmente a España. La alternancia política es siempre escenario de nuevos proyectos y debates”. En este sentido, el Rey dijo que "las diferencias políticas deben resolverse con prudencia, buscando la concordia y el interés colectivo", pero todo ello "dentro del respeto a la Constitución".
Don Juan Carlos habló de una sociedad "abierta, madura y moderna", de una democracia "estable", de planteamientos "integradores", y de la necesidad de avanzar en una país "socialmente más justo", con más bienestar, más y mejor empleo, mayor seguridad ciudadana y más amplias prestaciones sanitarias y sociales.
El Rey pidió más medios y esfuerzos para luchar contar la droga, para reducir los accidentes de circulación, y tuvo palabras de reconocimiento para los "miles de voluntarios" que en esos y muchos otros campos "dan ejemplo de su generosa labor al servicio de los demás".
Valoró el trabajo de los inmigrantes que buscan en nuestro país mejores condiciones de vida, "y que contribuyen a nuestro desarrollo", y citó a las familias como "soporte básico para transmitir nuestra identidad, cultura y tradiciones, así como valores éticos, morales o religiosos, conforme a sus creencias".
"El futuro de España -recalcó el Rey- requiere una sustancial mejora de los niveles educativos de sus hijos, lo que reclama la estrecha y respetuosa cooperación entre autoridades, padres, profesores y alumnos".
Fortalecer "la credibilidad y eficacia de nuestra política exterior"
En su mensaje, don Juan Carlos se refirió a la necesidad de "trabajar unidos" para desarrollar "nuestras relaciones internacionales", pues al sumar fuerzas "fortalecemos la credibilidad y eficacia de nuestra política exterior en la defensa de nuestros intereses". "España -insistió- se juega su seguridad y bienestar, en buena medida, fuera de nuestras fronteras".
Agradeció el trabajo de quienes trabajan "al servicio de la paz, la cooperación y el bienestar" en otros países y dio la bienvenida a los diez nuevos socios de la Unión Europea.
Sobre la Constitución Europea, pendiente de ratificación, solicitó que "como españoles y como europeos" abordemos "con altura de miras las oportunidades y responsabilidades que nos plantea".
Citó el Rey la Cumbre Iberoamericana que se celebrará en Salamanca los días 14 y 15 de octubre de 2005, la reunión del Proceso de Barcelona que tendrá lugar al mes siguiente en esa ciudad, el deseo español de "ayudar leal y eficazmente" a lograr la paz en Oriente Medio, y la "ilusión colectiva" ante los acontecimientos culturales y deportivos que tendrán a España como escenario. Entre ellos, la Copa América de Vela, que se disputará en Valencia en 2007, o la Exposición Internacional de Zaragoza en 2008. Y los más próximos: el Cuarto Centenario de El Quijote y los Juegos Mediterráneos de Almería, ambos en 2005. También demandó trabajar "codo con codo" en favor de la candidatura de Madrid para albergar los Juegos Olímpicos de 2012.
"Servir al bien de España y de todos los españoles -dijo- es el norte que inspira la labor de la Corona", algo que "estimula a diario" a don Juan Carlos y por lo que "siempre estaré dispuesto a entregar lo mejor de mí mismo para poder dejar un país aún mejor a las generaciones venideras". Una labor con la que los Príncipes de Asturias "sellaron un firme compromiso de continuidad" con motivo de su enlace, en palabras del Rey.
"Tenemos un país envidiable, capaz de alcanzar nuevas metas si ponemos la voluntad y los medios necesarios para ello, desde el respeto a nuestras normas de convivencia democrática", concluyó el Rey, para quien "al ser España nuestra patria común, todos debemos contribuir con ilusión, desde el entendimiento y la concordia, a asegurar su futuro".