L D (Europa Press) Zapatero y Rajoy han mantenido este jueves una conversación telefónica para analizar la situación creada tras la aprobación en el Parlamento Vasco del Plan Ibarretxe. Según informaron en fuentes del Ejecutivo, los dos políticos han coincidido y ratificado su coincidencia en la oposición al mencionado Plan. Asimismo, acordaron que después de Reyes mantendrán un encuentro en el Palacio de la Moncloa para tratar el asunto.
El secretario general del PP, Angel Acebes, ha pedido al Gobierno que impugne ante el Tribunal Constitucional (TC) el Plan Ibarretxe. Acebes aseguró que el Plan se debe recurrir en virtud del artículo 161.2 de la Constitución, que reconoce la potestad del Ejecutivo de impugnar ante el Alto Tribunal "las disposiciones y resoluciones" adoptadas por los órganos de las Comunidades Autónomas. "La impugnación producirá la suspensión de la disposición o resolución --continúa el precepto-- recurrida, pero el Tribunal, en su caso, deberá ratificarla o levantarla en un plazo no superior a cinco meses".
El dirigente popular explicó que Rajoy ha llamado a Zapatero para trasladarle su preocupación por la aprobación del Plan, "el desafío nacionalista" y hacerle frente "desde la unidad" de los dos partidos.
El coordinador general de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, defendió la "legitimidad" de la aprobación del Plan Ibarretxe en el Parlamento vasco, aunque advirtió de que no apoyará su toma en consideración cuando llegue a las Cortes Generales por entender que carece del consenso social y político necesario para un nuevo Estatuto y que ya se dio con el actual Estatuto de Guernica. En declaraciones a Europa Press, Llamazares consideró que no se puede dudar de "la legitimidad formal" de la aprobación porque ningún grupo del Parlamento vasco "está fuera de ley, según las últimas sentencias judiciales", pero sí que "carece de la mayoría que requiere un nuevo Estatuto porque la que necesita no es la que está representada en los 39 votos".
En este sentido, señaló que el Plan es una iniciativa "de carácter nacionalista y no es un punto de encuentro entre nacionalistas y no nacionalistas"; e insistió en que, mientras no reúna estas características, Izquierda Unida no votará el Plan "tal y como está ahora". "Votaríamos la toma en consideración si tuviera una mayoría como la del Estatuto de Guernica --continuó-- fuera integrador y tuviera en cuenta la pluralidad. Pero a priori, no lo votaremos".
Llamazares apuntó que la aprobación del Plan por el Parlamento vasco es sólo el comienzo del proceso y que "quedan por delante muchos momentos sin perjuicio de que, además del proceso político, haya otro constitucional si el Alto Tribunal cree que pueda haber dudas". "No basta con la mayoría del País Vasco y de los vascos --concluyó-- sino que debe ser una iniciativa mestiza, con una mayoría como la del Estatuto de Guernica y que sea un proyecto integrador y no parcial".