L D (EFE) Yanukovich insistió en que sigue convencido de que ha ganado la segunda vuelta "bis" de las elecciones, el pasado domingo, pero dijo que ya no tiene esperanzas de que el Tribunal Supremo y la Comisión Electoral Central (CEC) le den la razón. Por lo tanto, indicó, considera que tampoco "tiene sentido" permanecer como primer ministro y ha decidido presentar su dimisión al presidente saliente, Leonid Kuchma.
El primer ministro hizo ese anuncio al día siguiente de que el Supremo y la CEC desestimaran sus recursos presentados para invalidar los comicios que dieron la victoria al líder de la "Revolución Naranja", la campaña popular de resistencia al fraude electoral.
Con toda la maquinaria estatal puesta a su servicio, Yanukovich, (tras haber perdido ante Yúschenko en la primera vuelta de las presidenciales, el pasado 31 de octubre), creía haberse asegurado la victoria en la segunda ronda, del 21 de noviembre.
Sin embargo, la oposición de Yuschenko, apoyada en la calle por millones de personas, impugnó los resultados de las elecciones, que el Tribunal Supremo y el Parlamento de Ucrania invalidaron por "fraude masivo" y obligaron a repetir el 26 de diciembre.
Para asegurar la limpieza de esta segunda vuelta "bis", el Legislativo modificó las normas electorales y también aprobó una resolución vinculante que obligaba al primer ministro a presentar su dimisión, pero que Yanukóvich se resistió hasta hoy a obedecer.
Según los resultados oficiales todavía no definitivos, Yúschenko -tras haber ganado la primera vuelta de las elecciones por medio punto porcentual- en la segunda aventajó a su rival en un 7,81 por ciento, equivalente a unos 2,2 millones de votos.
De acuerdo con los datos de la CEC, Yúschenko, líder del bloque opositor Nuestra Ucrania y ex primer ministro conocido por su vocación europeísta, consiguió el 51,99 por ciento de los votos, mientras su rival oficialista apoyado por Rusia sumó el 44,19.
El primer ministro hizo ese anuncio al día siguiente de que el Supremo y la CEC desestimaran sus recursos presentados para invalidar los comicios que dieron la victoria al líder de la "Revolución Naranja", la campaña popular de resistencia al fraude electoral.
Con toda la maquinaria estatal puesta a su servicio, Yanukovich, (tras haber perdido ante Yúschenko en la primera vuelta de las presidenciales, el pasado 31 de octubre), creía haberse asegurado la victoria en la segunda ronda, del 21 de noviembre.
Sin embargo, la oposición de Yuschenko, apoyada en la calle por millones de personas, impugnó los resultados de las elecciones, que el Tribunal Supremo y el Parlamento de Ucrania invalidaron por "fraude masivo" y obligaron a repetir el 26 de diciembre.
Para asegurar la limpieza de esta segunda vuelta "bis", el Legislativo modificó las normas electorales y también aprobó una resolución vinculante que obligaba al primer ministro a presentar su dimisión, pero que Yanukóvich se resistió hasta hoy a obedecer.
Según los resultados oficiales todavía no definitivos, Yúschenko -tras haber ganado la primera vuelta de las elecciones por medio punto porcentual- en la segunda aventajó a su rival en un 7,81 por ciento, equivalente a unos 2,2 millones de votos.
De acuerdo con los datos de la CEC, Yúschenko, líder del bloque opositor Nuestra Ucrania y ex primer ministro conocido por su vocación europeísta, consiguió el 51,99 por ciento de los votos, mientras su rival oficialista apoyado por Rusia sumó el 44,19.