L D (EFE) El portavoz parlamentario de los independentistas catalanes cree que un acuerdo legislativo "obligaría al PSOE a mirarse al espejo y a preguntarse si realmente es capaz de liberarse de la presión a la que le induce el PP". En una entrevista a la Agencia Efe, Tardá pone sus condiciones: "No vamos a permitir que (el PSOE) juegue, es decir, que pacte con nosotros y con IU-ICV políticas sociales y con el PP, aspectos básicos de carácter económico y territorial".
Tardá reconoció que a su partido le "interesa un Gobierno estable" para desarrollar políticas sociales, reconocer el plurinacionalismo y preparar el terreno para la llegada a las Cortes Generales de la reforma del Estatuto de Cataluña. Para lograr estos objetivos, expuso el dirigente de ERC, es preciso "hacerlo conjuntamente con la izquierda española, que es nuestro único interlocutor, porque los otros, más bien si pudieran, nos meterían en la cárcel".
Tardá destacó que el deseo de su grupo no es hacer un pacto de legislatura con el PSOE, sólo durante 2005, puesto que, a su entender, el debate del Estatuto catalán en el Parlamento "abrirá una coyuntura absolutamente nueva", junto con el Plan Ibarretxe. Aclaró que formar parte del Gobierno de España no es una pretensión de ERC, si bien reconoció que "la sociedad española, por desgracia, no está preparada" para este paso.
El espejo del Plan Ibarretxe
En relación con la reforma constitucional acotada que prevé el Ejecutivo socialista, el dirigente republicano la consideró como un "puro maquillaje" que "no da respuesta a los retos de la sociedad española". En este sentido, reclamó la inclusión en la Constitución de algunas de sus reivindicaciones, como la igualdad jurídica de todas las lenguas y que Cataluña pueda asumir competencias en política exterior.
Respecto a la aprobación del Plan Ibarretxe, el diputado de ERC opinó que este hecho representa una "esperanza muy clara" en la pacificación del País Vasco, para lo cual, instó al PSOE a llegar a acuerdos con el PNV y a Batasuna, a desmarcarse de ETA. El apoyo que Batasuna dio a la propuesta del lehendakari puso de manifiesto, según Tardá, que "en algunos sectores políticos españoles, lo que más preocupa es que la izquierda abertzale, de una vez por todas, haga política de verdad".