Crónica del Real Madrid 82 - Partizán de Belgrado 66
Al Madrid le basta con ganar en la pista del Olympiacos griego la próxima semana para estar en la siguiente fase de la máxima competición del baloncesto continental. Y es que los blancos, en la segunda visita del director general de los Golden State Warriors, Chris Mullin, al Palacio Vistalegre, despacharon al Partizán con la misma autoridad que dos días antes sometieron al Lagun Aro Bilbao en la ACB. La fractura abierta en los dos primeros cuartos desbancó a los compatriotas de Bozidar Maljkovic (45-27), demasiado bisoños pese a su talento para contener a los líderes de la liga española. El ex NBA Mullin volvió a ver en acción a los hombres que había venido a evaluar: Felipe Reyes, Mickael Gelabale y Axel Hervelle.
Los tres le brindaron motivos para justificar su interés en ellos, pero seguro que en su libreta reservó un sitio para Alberto Herreros, que fue el impulsor de la sexta victoria continental madrileña con una demostración de tiro en el tramo inicial. El capitán del campeón de invierno en la ACB endosó 13 puntos al Partizán antes cerrar el corte con el primer aldabonazo del Madrid. Ocho de esos trece puntos cayeron en el aro serbio en una serie de 10-2 que condujo al 21-14 que clausuró el arranque. Los ex yugoslavos intentaron mantenerse a flote con su mejor arma, el tiro de larga distancia, pero esta vez, muy al contrario de lo que les ocurrió contra el Estudiantes, fueron incapaces de entonarse y hacer daño a la defensa de hierro dibujada por la pizarra mágica de Maljkovic.
El Madrid, además, continuó con la paulatina incorporación de Elmer Bennett. El base estadounidense está completamente recuperado de la lesión de tobillo que le ha hecho perderse la mayor parte de la temporada y conserva intacto todo su instinto ofensivo. Sin el cansancio acumulado por el exceso de minutos, Bennett suma y sigue. Desafortunado en el tiro, acosado por las faltas de hombres básicos como el norteamericano Blake Stepp, el conductor Vule Avdalovic y el pívot Kosta Perovic -éste cayo eliminado por faltas tras el descanso (m.25)-, el Partizán claudicó con el castigo recibido en el segundo cuarto (45-27).
Los serbios lo intentaron en la reanudación a través de defensas presionantes y zonales apuntaladas por medio de una mejor selección de tiro, aunque sin resultados prácticos. Ajustaron el parcial (51-41) y, en cuanto el Madrid bajó de nuevo las piernas para defender, se le terminaron las esperanzas de dar la campanada. Los blancos restablecieron los márgenes, terminaron el buen trabajo desarrollado contra los serbios y la próxima semana viajarán a Atenas en busca del pasaporte para la segunda fase de la Euroliga.
Crónica del Tau Cerámica 81 - CSKA de Moscú 85
El Tau ha tenido a su alcance la victoria tras realizar un gran encuentro e, incluso, pudo forzar la prórroga con un triple de Macijauskas que al final no entró, pero es que se ha topado con un CSKA enorme. Al final los de Moscú se anotaban así su décimo triunfo consecutivo en la primera fase de la Euroliga. Comienzo espectacular de un físico CSKA, que hizo una zona que se le atragantó de salida al Tau, por lo que nada tiene de extraño que en el minuto 6 ya se impusiese con claridad el combinado de Dusan Ivkovic a su oponente en el marcador (7-17), a base de buenas canastas del felino base John Robert Holden (22 de valoración en los veinte minutos iniciales), del alero Antonio Granger, del griego Demos Dikoudis y del poste kazajo Aleksey Savrasenko.
Tremendo parcial de 0-12 para el conjunto ruso en tan sólo tres minutos, al pasarse de un 7-5 favorable al equipo alavés hasta un 7-17, aunque lugo se produjo una vibrante reacción baskonista, ya que los de Dusko Ivanovic se colocaron a cuatro puntos en el m. 8 (17-21), tras una canasta de Luis Scola. Pero, la engrasada maquinaria de Ivkovic volvió a carburar a tope y, con un juego eminentemente poderoso en lo físico bien liderado por Holden, se retiró al banco una vez concluido el cuarto inicial con una corta renta de tres puntos (23-26). Conley y Macijauskas fueron los que sostuvieron en ataque al equipo vitoriano en los minutos finales del primer cuarto.
En el minuto 14, una nueva canasta de un interior como Martin Muursepp permitió afianzarse en el marcador al CSKA (26-33), y todavía fue mucho peor para el Tau al anotar el pivote estonio una nueva canasta desde fuera de la línea de 6,25 metros (28-40, m. 16). Pero, dos canastas casi consecutivas de Robert Conley y otra del director de juego internacional José Manuel Calderón, seguida de un tiro libre adicional, acercaron al Tau hasta el 39-43 a falta de minuto y medio para el descanso. Pero el base heleno Theodoros Papaloukas, que hizo un gran trabajo a la hora de postear, anotó dos tiros libres para el equipo moscovita, y luego Kornel David, tras una canasta doble, colocó en el electrónico el 41-45 con el que se llegó al intermedio, después de veinte minutos de un gran Baloncesto, en los que el equipo baskonista fue capaz de meterse por dos veces en el partido pese a sus pérdidas de balón.
La intensidad subía por momentos, tanto dentro como fuera de la pista. El Tau se acercaba hasta un 57-59 (m. 28), pero el CSKA no cedía ni un milímetro. El equipo de Dusko Ivanovic, pleno de garra y concentración, tampoco. Dos tiros libres de Macijauskas, seguidos de un triple del propio escolta lituano, dejaban un esperanzador 65-63 al final del tercer cuarto. Siguió el Tau en vena (71-63, m. 33), tras dominar los rebotes bajo ambas canastas, oportuno tiempo muerto de Dusan Ivkovic para tratar de frenar la sangría que se le venía encima y el CSKA se puso arriba de nuevo (75-78, m. 38). Nuevo empate (78-78, m. 39), tras un triple de Macijauskas, y al final fueron Theodoros Papaloukas y Marcus Brown -siempre letal en el uno contra uno- quienes decidieron desde el tiro libre (81-85).
Crónica del Climanio Bolonia 84 - Adecco Estudiantes 78
El Estudiantes empieza a enfilar su despedida de la Euroliga después de encajar ante el Climamio Bolonia un nuevo revés, el séptimo en la primera fase de la competición, que dejan como hipotético su inclusión en el top-16 y al amparo, casi únicamente, de las matemáticas. El cuadro colegial, que desperdició una buena oportunidad de apuntarse un triunfo histórico en la pista del subcampeón europeo, queda pendiente de los números. Asolado en la sexta plaza del Grupo A y distante ahora en dos victorias del Sopot polaco, que complicó más la situación del cuadro de Pepu Hernández con la suma del triunfo en su duelo contra el Olympiacos.
El bloque madrileño pudo dar un giro en el último minuto a un partido que durante mucho tiempo fue suyo. Dominado bajo los aros mientras el panameño Rubén Garcés estuvo en la cancha del Paladozza y durante el tiempo que mantuvo el tipo con una impecable defensa. El Estudiantes no aprovechó la irregularidad del Climamio, despegado de la presión por la clasificación, que ya amarró en la pasada jornada y sólo alentado por el empeño de mantener como fortín infranqueable su pista italiana. Nadie ha ganado allí este curso en competición europea. Sin embargo, amarró el liderato del grupo beneficiado por la caída en Zagreb del Efes Pilsen turco y por la consecución de un triunfo bendecido por su tiro exterior. Pero no ofreció su mejor versión el cuadro de Bolonia, únicamente interesado en buenas noticias cuando la empresa frente al Estudiantes peor se ponía.
Y la situación pintó mal desde el principio para el Climamio, que afrontó el parón del primer cuarto ya con desventaja (24-26). Y eso que gracias a un parcial de 9-0 y el talento de Gianluca Basile -once puntos en los diez minutos- consiguió arreglar el aparente desaguisado. Hernández dio la batuta a Andrés Miso aunque pronto le cambió por Nacho Azofra. El equipo lo notó en el segundo tramo. También la aportación de Nikola Loncar, que apareció desde el banco y que anotó cinco puntos seguidos hasta que se lesionó en un tobillo. No apareció más. Pero para entonces el Estudiantes tomó carrerilla y fijó su máxima renta (37-45, m.21) gracias al juego interior dominado por Garcés. Basile había desaparecido. También Milos Vujanic. Y el Climamio no tenía defensa. Fue entonces cuando apareció el estadounidense Ruben Douglas, que anotó ocho puntos consecutivos -dos de ellos triples- para certificar un parcial de 10-2 y devolver el equilibrio.
Vista la situación, el cuadro boloñés probó fortuna desde más allá de los 6,25 metros. Y ahí encontró su suerte -12 canastas de 27 intentos-. Un triple de Vujanic y dos de Martin Rancik, especialmente uno lanzado a diez metros de la cesta estudiantil y sobre la bocina, dañaron el ímpetu visitante (62-57, m.30). El encuentro pareció cerrarse minutos después, ante la desorientación colegial y la rapidez en las transiciones italianas, que alcanzó su máxima renta (69-60, m.32). El Estudiantes tiró de genio y tres acciones de Miso y una cesta de tres de Jiménez advirtieron de nuevo la presencia madrileña en el partido, que terminó por cerrar Basile con seis puntos desde la línea de tiros libres.