L D (EFE) Los autores de esta profanación, que incluso optaron por sacar los restos mortales que guardaban estos dos féretros y dejarlos en uno de los pasillos del cementerio, también forzaron las oficinas municipales del cementerio, el depósito de autopsias y una pequeña capilla. Entre los objetos de valor sustraídos destaca una imagen de la Virgen del Pilar, de unos 30 centímetros, fabricada en oro.
Estos hechos fueron descubiertos la mañana del domingo por el enterrador instantes después de abrir el cementerio, al observar que algunas tumbas y nichos presentaban cristales y lápidas rotas. Posteriormente, y tras dar aviso al Cuerpo Nacional de Policía,
los agentes decretaron el cierre del cementerio hasta el mediodía, momento en el que se tuvo que abrir nuevamente porque había que proceder a dar entierro a un fallecido.
El concejal responsable de Cementerio, José Marí, anunció que, si bien algunas personas ya se han desplazado hasta el camposanto nada más conocerse la noticia, el Ayuntamiento se pondrá en contacto con los familiares de los nichos profanados o dañados, con el objeto de conocer el alcance del robo. Añadió que en aproximadamente una semana se restablecerá la situación normal en el cementerio, una vez queden reparadas las lápidas y vidrieras rotas.