(Libertad Digital) El caso del monopolio digital sigue los pasos del Antenicidio por los incumplimientos reiterados de los autos y de las condiciones legales por parte del grupo empresarial de Jesús Polanco.
Sogecable sigue sin cumplir las condiciones impuestas por el Consejo de ministros para autorizar la absorción de Vía Digital por Canal Satélite, por lo que la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), en un nuevo laudo dictado el pasado 30 de diciembre, le ha vuelto a decir a Sogecable que los contratos suscritos con varios operadores de cable para poder emitir en sus plataformas los partidos de fútbol en régimen de pago por visión (PPV) tienen que modificarse.
Este era el tercer laudo emitido en este sentido por la CMT, que de cumplirse haría perder su monopolio deportivo digital a Polanco. Los operadores que presentaron la demanda sobre este asunto han sido Euskatel, Telecable y Tenaria. El canal de televenta EHS primero y el cableoperador Auna después ya habían denunciado a Sogecable, obteniendo sus respectivos laudos favorables en junio pasado. Sin embargo, Sogecable no ha cumplido ninguno de los tres laudos y, es más, ha anunciado que no los cumplirá.
Nuevas violaciones para consolidar el monopolio
Este miércoles, el diario El Mundo da nuevos datos e informa de que Sogecable está violando de nuevo las condiciones de absorción de Vía Digital para asegurarse el monopolio sobre los derechos de transmisión del fútbol. Según la información, fuentes jurídicas conocedoras de las operaciones califican la actuación de Sogecable de “fraude de ley”, por saltarse el límite máximo de tres años de los contratos, y auguran “un aluvión de demandas” de otros equipos de fútbol y del resto de los operadores de televisión.
Al parecer, las negociaciones con los clubes las está llevando a cabo Ignacio Campo, un hombre de confianza del consejero delegado de Sogecable, Javier Díez Polanco. Un dato importante de la noticia es que dice que estas negociaciones para prorrogar los acuerdos se están produciendo en un entorno de presión por los números de la compañía, –sangría de abonados y cuenta de resultados. A su vez, está presión podría haberles llevado a negociar el cierre de los primeros acuerdos con los clubes más acuciados por deudas y liquidez.
Las condiciones establecidas por el Gobierno para autorizar el monopolio digital limitaba a tres años el periodo de vigencia máxima de los contratos sobre los derechos de transmisión del fútbol. Saltándose esta cláusula Sogecable intenta cerrar el acceso a otros operadores de televisión, que podrían optar (presentar ofertas) a esos derechos al vencer este año los acuerdos firmados con los clubes en junio de 2003.
Abuso de posición dominante
Las condiciones del Gobierno intentaban evitar, de forma tímida y por lo que se ve inútil, el establecimiento de un abuso de posición dominante por lo que de hecho era y es el monopolio digital. El Ejecutivo y los operadores interesados pensaron en ese momento que los clubes venderían sus derechos al mejor postor, en una situación de competencia y libre mercado, una vez concluidos los tres primeros años. Al firmar otros clubes con Sogecable y mantener a través de Audiovisual Sport los derechos de Barca y Real Madrid hasta 2009, los equipos se verían abocados a una negociación a la baja y terminarían por verse obligados a aceptar la prórroga de sus contratos en las condiciones que quisiese la empresa. Si los mejores y más vistos están con Sogecable, ¿qué podrían hacer los equipos modestos? Según El Mundo, si Sogecable consiguiera renovar los acuerdos con los equipos más importantes de Primera División, logrará mantener su actual monopolio.
Esas condiciones de competencia y libre mercado previstas por el Ejecutivo anterior estaban viciadas de inicio con el establecimiento de un sistema monopolístico de emisión digital que de hecho mantiene una posición de abuso dominante en los distintos acuerdos. La Unión Europea centra sus investigaciones en niveles empresariales en la libre competencia, y la figura de abuso de posición dominante está penada por las autoridades comunitarias.
Según cuentan diversas fuentes a El Mundo, además de lo ya firmado con Atlético de Madrid y Real Sociedad, la plataforma de pago mantiene conversaciones con el Sevilla y el Deportivo de la Coruña, entre otros. Esta actitud limita la posibilidades de negociación de los clubes más modestos de Primera y a los equipos de Segunda, como decimos más arriba. La información anuncia que el malestar existente ha provocado un movimiento para resucitar el llamado G-30. Este movimiento adoptó en 2003 medidas de fuerza, con amenazas de plante incluidas, para cerrar los acuerdos con Sogecable.