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El Papa Juan Pablo II cancela todas sus actividades de este lunes por una fuerte gripe

Según han informado fuentes de El Vaticano, el Papa Juan Pablo II se ha visto obligado a suspender todas las audiencias previstas para este lunes debido a una fuerte gripe que le impide realizar sus actividades normales. El Santo Padre ya dio señales este domingo durante el rezo del Angelus de no encontrase bien, al presentar la voz cansada, ronca y con graves dificultades para hablar y respirar.

Según han informado fuentes de El Vaticano, el Papa Juan Pablo II se ha visto obligado a suspender todas las audiencias previstas para este lunes debido a una fuerte gripe que le impide realizar sus actividades normales. El Santo Padre ya dio señales este domingo durante el rezo del Angelus de no encontrase bien, al presentar la voz cansada, ronca y con graves dificultades para hablar y respirar.
L D (EFE) El portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, ha informado de que "debido a un proceso gripal, comenzado en la jornada de ayer (por este domingo), se ha aconsejado al Santo Padre que suspenda todas las audiencias previstas para este lunes".

Navarro agregó que, no obstante, este lunes le fue entregado al Pontifice, el Anuario Pontificio de 2005, audiencia que estaba ya prevista. Juan Pablo II ya dio señales este domingo, durante el rezo del Angelus, de no encontrase bien, al presentar la voz cansada, ronca y con graves dificultades para hablar y respirar. La mañana era muy fría y húmeda, según los médicos que asistieron a la oración.

Al Obispo de Roma se le vio tembloroso y muy fatigado, síntomas, según los médicos, de que tenía síntomas de "influenza", como se conoce aquí a la gripe, que en las últimas semanas ha afectado a miles de personas. No obstante, la alarma por el estado de salud del octogenario Pontífice se ha desatado, ya que en las últimas horas mostró señales importantes de no encontrarse bien, con fiebre que este lunes aún no ha remitido del todo.
 
Por el momento se desconoce cuántos días estará alejado de su trabajo. Para este martes, tenía previsto reunirse con obispos de Suiza en visita "ad limina" (la que están obligados a realizar a la Santa Sede todos los prelados del mundo cada cinco años) y el miércoles celebrar la tradicional audiencia pública, que le permite reunirse con fieles procedentes de todas las partes del mundo. Fuentes vaticanas aseguraron a EFE que las audiencias de los próximos días, de momento, no han sido modificadas y que todo se mantiene. Todo dependerá de la evolución de la gripe.
 
No es la primera vez que suspende una audiencia
 
La última vez que Juan Pablo II se vio obligado a suspender una audiencia fue el 23 de septiembre de 2003, cuando tuvo que anular la reunión semanal de los miércoles con los fieles debido a una oclusión intestinal. Aquel día, de todos modos y sacando fuerzas de flaqueza, saludó al final del acto por radio a los fieles presentes en el Aula Pablo VI del Vaticano y les dijo que "sentía" no poder estar con ellos. En esa ocasión fue sustituido por un cardenal, el Secretario de Estado vaticano Angelo Sodano.

Tenía la voz débil y temblorosa y hablaba con la cabeza agachada y dando muestras de sufrimiento -como se vio en las imágenes mostradas después por televisión-, pero no quiso perderse el contacto con los fieles.

Esa no fue, sin embargo, la primera vez que el Papa renunciaba a celebrar la audiencia general por motivos de salud. En marzo de 1996 también se vio obligado a suspenderla debido a un fiebre por un problema digestivo y en febrero de 1997 tuvo también que cancelarla por otra fiebre.
 
Salud empeorada a raíz del atentado
 
Las dolencias de Juan Pablo II comenzaron tras el atentado del 13 de mayo de 1981, que estuvo a punto de costarle la vida al ser tiroteado por el turco Ali Agca. El Papa fue sometido a una operación en la que le fueron extirpados 55 centímetros de intestino.

Poco después sufrió una infección derivada de la operación y, en 1992, se le manifestó en el colon un tumor benigno que le fue extraído y le extirparon la vesícula biliar.

Un año después, sufrió una caída que le produjo una luxación del hombro derecho con fractura de la glena, y tuvo que volver a pasar por el quirófano. En 1994 se fracturó el fémur derecho en otra caída, al resbalar cuando salía de la bañera de su apartamento privado. En aquella ocasión se le implantó una prótesis de titanio para sustituirle la cabeza del fémur.

A lo anterior hay que unir, entre otras afecciones, gripes, trastornos intestinales y la extirpación del apéndice.

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