Crónica del Osasuna 3 - Sevilla 1
El Sevilla se asentó mucho mejor que el Osasuna al principio. Cogió la manija en el centro del campo, ganó la línea de rechace y superó en juego al conjunto local, que no encontró su fútbol en los primeros minutos. A pesar del mejor juego sevillista, ambos equipos se repartieron las ocasiones pero con remates que no encontraron portería, como los de Redondo y Julio Baptista por el bando andaluz y los de Pablo García y Valdo por los rojillos. Pero todo cambió en el minuto 25. Valdo remató de cabeza un centro de Clavero tras un saque de banda y marcaba un tanto que decantaba la eliminatoria para el conjunto de Javier Aguirre, que estaba obligado a marcar tras el 2-1 del Sánchez Pizjuán.
El gol espoleó a los locales, que pasaron a tomar la iniciativa en el juego, aunque el Sevilla llevó peligro por la rapidez de Carlitos, quien protagonizó el único disparo entre los tres palos, pero en un chut muy lejano sin problemas para Sanzol, mientras que Delporte casi sorprendió a Notario en un centro-chut envenenado. Caparrós movió el banquillo en el descanso para apostar ofensivamente, al quitar a un centrocampista, Redondo, y poner a un delantero más, Antoñito, ubicando a Julio Baptista en la banda derecha. Mientras, Aguirre se apresuró a modificar su esquema y de inmediato, a los 9 minutos de la reanudación, sentó al delantero australiano Aloisi para dar entrada a un central, Josetxo.
La clara apuesta del mexicano fue defender el resultado al ordenar una defensa de cinco jugadores y entregar el balón y la iniciativa al Sevilla, que empezó su particular cuenta atrás para conseguir un gol que le diera el pase a semifinales. Caparrós metió también a Makukula por Carlitos y el delantero congoleño estuvo a punto de marcar en un tiro de David Prieto que se paseó por la portería navarra. Sin embargo, fue el Osasuna quien encontró el gol a balón parado. Pablo García botó una falta lateral y Cuéllar cabeceó a gol en el segundo palo libre de marca (2-0, m.71). El Sevilla murió en ocasiones de Antonio López y Antoñito, y Muñoz obtuvo el 3-0 en el minuto 90 en un contragolpe, si bien el Sevilla le dio cierta emoción al partido con el tanto de Makukula en el 92.
Crónica del Betis 4 - Gramanet 3
El Betis ha salvado el penúltimo escollo para emular al equipo que, en 1997, también dirigido por Lorenzo Serra Ferrer, se plantó en la final de la Copa. Pero tuvo que sufrir mucho ante un Gramanet que ha acreditado su condición de matagigantes en esta competición. Dos jugadas en poco más de dos minutos, culminadas por Fernando (a rechace del meta) y Rivas (al cabecear tras saque de esquina), pusieron la eliminatoria casi imposible para los catalanes quienes, desde el primer momento, salieron en busca de la sorpresa que cerca estuvieron de conseguir (minuto 6) en una pérdida de balón de la cobertura bética que no aprovechó Aarón para batir la salida de Contreras.
El Gramanet demostró muy buenas maneras, con una gran rapidez, con ambición, y si no tuvo premio a sus ganas fue porque la diferencia la pusieron las individualidades béticas, sobre todo por medio de Joaquín, Edú, Oliveira y Fernando. Fueron precisamente Oliveira (m.13), en remate de cabeza, y Edú (m.43), con un balón colocado a la escuadra, ante la deficiente colocación de Morales, quien pudieron poner el partido en goleada antes de que acabaran los primeros cuarenta y cinco minutos. Sin embargo, una indecisión en los albores del segundo tiempo lo aprovechó el conjunto catalán para poner el 2-1 y la inquietud en las huestes béticas, por medio de Miki, que acababa de entrar al terreno de juego.
Oliveira, tras un saque de esquina, enganchó una volea para colar el esférico por la escuadra izquierda del marco de Morales, que sólo pudo verlo cuando caía mansamente detenido por la red. El Gramanet puso otra vez la emoción e incertidumbre en el minuto 67, en una falta que transformó Rubén Blaya, tras una maraña de jugadores en el área bética. Marcos Assunçao, a cinco minutos del final, pareció llevar la tranquilidad a la sufrida hinchada verdiblanca, aunque dos minutos más tarde Aarón puso la adrenalina por las nubes en los más de 25.000 aficionados que acudieron al partido. Los últimos momentos fueron de tremenda emoción, ya que el Atlético Gramanet buscó el gol de la eliminatoria, aunque fue el Betis el que tuvo mejores opciones.