L D (EFE) Los ingleses no levantan cabeza desde que en noviembre de 2003 ganaran por primera vez un campeonato del mundo. A la lesión de su estrella y medio apertura, Jonny Wilkinson, que no ha vuelto a jugar con la selección desde la final del mundial ante Australia, se sumaron su derrota en el Seis Naciones del año pasado ante Francia y el pasado verano una desastrosa gira por el Hemisferio Sur. Tras el verano, en noviembre, volvieron a perder, esta vez en Londres, con Australia.
Inglaterra ha bajado un escalón más y ha perdido en Cárdiff ante la selección local que lleva el camino contrario que el Quince de la Rosa. El ascendente. País de Gales, la selección que más veces ha ganado el Seis Naciones tras su rival, no vencía a la vigente campeona del mundo desde hace doce años.
El partido comenzó con la selección local mostrando su mejor juego en mucho tiempo y doblegando a los ingleses. Su rapidez y entusiasmo hicieron que en el descanso el marcador ya señalara un 8-3 en el marcador. Shane Williams marcó en este periodo el único ensayo del partido, al que se sumó un golpe de castigo de Jones por otro de Hogdson para los ingleses.
Los campeones del mundo trataron de acercarse en el marcador a lo largo del segundo periodo, pero fueron incapaces de cruzar la línea de marca local y sólo Hogson, a base de golpes de castigo, dos más en los últimos 40 minutos, subieron al casillero de los ingleses para ponerles, en el minuto 70, un punto por delante. El tiempo se acababa para los locales que veían cómo se les escapaba el triunfo tras dominar todo el partido. Pero el centro Henson iba a hacer justicia y transformar el golpe de castigo con el que el colegiado castigó a Inglaterra a punto de finalizar el encuentro. Los tres puntos del galés dieron el triunfo al Quince del Dragón.
Inglaterra ha bajado un escalón más y ha perdido en Cárdiff ante la selección local que lleva el camino contrario que el Quince de la Rosa. El ascendente. País de Gales, la selección que más veces ha ganado el Seis Naciones tras su rival, no vencía a la vigente campeona del mundo desde hace doce años.
El partido comenzó con la selección local mostrando su mejor juego en mucho tiempo y doblegando a los ingleses. Su rapidez y entusiasmo hicieron que en el descanso el marcador ya señalara un 8-3 en el marcador. Shane Williams marcó en este periodo el único ensayo del partido, al que se sumó un golpe de castigo de Jones por otro de Hogdson para los ingleses.
Los campeones del mundo trataron de acercarse en el marcador a lo largo del segundo periodo, pero fueron incapaces de cruzar la línea de marca local y sólo Hogson, a base de golpes de castigo, dos más en los últimos 40 minutos, subieron al casillero de los ingleses para ponerles, en el minuto 70, un punto por delante. El tiempo se acababa para los locales que veían cómo se les escapaba el triunfo tras dominar todo el partido. Pero el centro Henson iba a hacer justicia y transformar el golpe de castigo con el que el colegiado castigó a Inglaterra a punto de finalizar el encuentro. Los tres puntos del galés dieron el triunfo al Quince del Dragón.