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Lluvia de goles y buen juego en el Camp Nou para ayudar a los afectados por el maremoto

El partido que el once de Ronaldinho y el once de Shevchenko han disputado este martes en el Camp Nou ha estado repleto de emoción y goles. Pero lo más importante ha sido la recogida de fondos para ayudar a los damnificados por el maremoto que asoló el sudeste asiático y que ha dejado unas 300.000 víctimas. La victoria ha sido para los amigos del crack brasileño del Barcelona, que se han impuesto a los del delantero ucraniano del Milán por 6-3.

El partido que el once de Ronaldinho y el once de Shevchenko han disputado este martes en el Camp Nou ha estado repleto de emoción y goles. Pero lo más importante ha sido la recogida de fondos para ayudar a los damnificados por el maremoto que asoló el sudeste asiático y que ha dejado unas 300.000 víctimas. La victoria ha sido para los amigos del crack brasileño del Barcelona, que se han impuesto a los del delantero ucraniano del Milán por 6-3.
L D (EFE) Las estrellas mundiales jugaron sin tensión ni competitividad, liberados de los esquemas tácticos y en un clima más propio de un encuentro entre amigos de fin de semana. Y el público del Camp Nou pudo ver cómo son los buenos futbolistas cuando tienen espacios por delante y ganas de divertirse para hacerlo pasar en grande. En un ambiente más frío de lo que se preveía, las estrellas del fútbol mundial se dedicaron en el Camp Nou a jugar para la galería, como no podía ser de otra manera, con tacones, paredes imposibles, rabonas, bicicletas y otra suertes futbolísticas

Comenzó el equipo de Ronaldinho a jugar con más soltura. Se divertían los brasileños (Kaká, Cafú, Ronaldinho, y también Deco) llegando con facilidad a la meta de Casillas. Se lucía el diez del Barcelona, empeñado en calentar el ambiente con toques finos y jugadas fantasiosas. Y así no iban a tardar en llegar los goles, que tuvieron color azulgrana. Primero Eto'o, a puerta vacía, y luego Ronaldinho, a pase de Kaká, abrieron el marcador.

Pero el equipo de Shevchenko tenía en nómina a jugadores demasiado relevantes como para jugar un rondo en el Camp Nou. Tomó el mando Zidane, un futbolista siempre exquisito cuyo juego brilla en este tipo de encuentros. El francés rondó el área rival, caracoleó, hizo de las suyas y desplegó buena parte de las cualidades que le han llevado al primer orden mundial. De un balón aparentemente inofensivo se sacó un pase milimétrico en profundidad a Del Piero, quien encaró a Dida y logró el tercer gol del partido.

Para no ser menos, Ronaldinho volvió a pedir el balón. Se recreó con él haciendo disfrutar a los espectadores. Un tacón aquí, una doble bicicleta allí, una espuela más tarde. Se diría que el brasileño jugó más de tacón y de espuela que con el interior o el empeine, para deleite del público y diversión de sus compañeros. Fue el espectáculo el gran beneficiado, porque por momentos el partido del maremoto se convirtió en un torneo de la floritura, sin faltas, fueras de juego o decisiones polémicas del árbitro. Al filo del descanso, Eto'o se dio el gustazo de driblar en seco a Casillas y lograr su segundo gol, una extraordinaria manera de celebrar el título del Mejor Jugador de África de 2004 que recogió su esposa en Durban (Sudáfrica).

El ritmo decayó en la segunda parte. El interés volvió a estar en las acciones aisladas, en comprobar que jugadores como Zola o Litmanen aún guardan fútbol en sus pies pese a militar ya en equipos de segunda fila o en calcular cuánto costaría hoy en día un once con Toldo, Henry, Ronaldinho, Beckham, Zidane y Deco, por citar a algunos. También en ver cómo el portero del Espanyol, el camerunés Carlos Kameni, mediático a sus 20 años, era coreado desde las gradas del Camp Nou.

Precisamente Zola animó el marcador con una preciosa vaselina sobre Kameni a pase de Giuly. Su compañero en el Cagliari Suazo también disfrutó del sabor del gol, pero el once de Ronaldinho, un punto más entusiasta que el equipo reunido por Shevchenko, tomó la delantera gracias a sendos goles del senegalés Camara. Con la marcha de Henry, quien apenas jugó 20 minutos en la segunda parte (suficiente para dejar constancia de su elegancia), el equipo de azul de Shevchenko cedió el control del balón y sus llegadas chocaron con un inspirado Kameni. El equipo rojo, ya sin Ronaldinho en el campo, fue más rápido (Camara y Martins son más veloces) y movió más el cuero, aunque con un juego más plano que en la segunda parte. El coreano Cha, con un potente tiro cruzado, batió a Toldo para cerrar el marcador y poner broche a un partido imposible de ver en competición oficial.
 
 
Ficha técnica del partido
 
Once de Ronaldinho, 6: Dida; Cafú, Radebe, Córdoba, Song; Márquez, Deco, Kaká, Ronaldinho; Nakata y Eto'o. También jugaron, en la segunda parte, Kameni; Camara, Beasley, Cha, Jaidi, Mahdavika, Park y Martins
Once de Shevchenko, 3: Casillas; Deisler, Thuram, Montero, Kaladze; Gerrard, Beckham, Zidane, Del Piero; Shevchenko y Raúl. También jugaron, en la segunda parte, Toldo; Kompany, Kuffour, Giuly, Henry, Litmanen, Zola, Vogel, Suazo y Sukur

Goles: 1-0, min.14. Eto'o; 2-0, min.20. Ronaldinho; 2-1, min.25. Del Piero; 3-1, min.46. Eto'o; 3-2, min.50. Zola; 3-3, min.59. Suazo; 4-3, min.60. Camara; 5-3, min.65. Camara; 6-3, min.80. Cha
Árbitro: Pier Luigi Collina (Italia)
Incidencias: Partido amistoso bautizado con el nombre de 'Fútbol para la Esperanza' en beneficio de los damnificados por el maremoto del sudeste asiático, disputado en el Camp Nou ante unos 35.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por las víctimas de la catástrofe natural

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