L D (EFE) Caldera hizo balance de la primera semana y media del proceso tras reunirse con el ministro delegado de Asuntos Exteriores e Inmigración de Luxemburgo, Nicolas Schmit, quien avaló la medida puesta en marcha por España y la calificó de "sensata". A su juicio, el proceso no tiene por qué tener efectos negativos sobre otros países de la Unión Europea, sino más bien positivos, ya que los inmigrantes legales permanecen en el país en el que trabajan, mientras que los irregulares tienen más tendencia a la movilidad.
Caldera, quien señaló que se ofrecerán cifras concretas dentro de unos quince días, insistió en que el proceso se desarrolla "con absoluta normalidad", destacó que el 95 por ciento de las solicitudes presentadas están correctamente documentadas y calificó de "suficiente" la red de oficinas abierta para la recepción de los expedientes.
Caldera, quien señaló que se ofrecerán cifras concretas dentro de unos quince días, insistió en que el proceso se desarrolla "con absoluta normalidad", destacó que el 95 por ciento de las solicitudes presentadas están correctamente documentadas y calificó de "suficiente" la red de oficinas abierta para la recepción de los expedientes.
El ministro delegado de Luxemburgo, país que ostenta la Presidencia de la UE, destacó que la inmigración ilegal es un problema europeo y subrayó la necesidad de poner en común todas las medidas para combatirla, contexto en el que avaló el proceso puesto en marcha por el Gobierno español. En el Consejo de Ministros de Justicia e Interior que se celebrará en Bruselas el próximo día 24 se abordará precisamente esta cuestión que, según declaró Schmit, no se puede tratar desde un punto de vista nacional y exige el intercambio de información y la concertación.