L D (Agencias) Chaves se reunió recientemente en Cuba con el tirano (por espacio de dos horas) y con algunos miembros de la disidencia (poco más de media hora). Calificó de “muy agradable” su encuentro con Castro, un personaje, a su entender, “muy fascinante” y con “gran capacidad de atracción”.
Una demócrata cubana afincada en España, Grace Piney, explicó durante el acto organizado por el PP que lleva cuatro años intentado, sin éxito, entrevistarse con el presidente autonómico andaluz y del PSOE. Las declaraciones de éste arriba mencionadas le hicieron –confesó– sentirse “avergonzada”, “como cubana, española y demócrata”.
Fondevila: "No se puede decir sí a Europa y olvidarse de Cuba"
Fondevila, por su parte, lamentó que se pueda mostrar “fascinación” por un régimen, el castrista, “con más de 12.000 fusilados” a sus espaldas. “No se puede decir sí a Europa y olvidarse de Cuba”, agregó.
También intervino el portavoz de la plataforma Cuba Democracia ¡Ya!, Rigoberto Carceller, que declaró que había intentado “insistentemente” reunirse con Chaves o con algún otro alto cargo de la Junta de Andalucía antes de que aquél partiera hacia la Isla. Quería pedirle que no “cayera” en las “garras” del tirano, así como que se reuniera con la disidencia y que llevara medicinas “urgentes” para un preso y un niño. “Pero no pudo ser”, aseguró.
Para el secretario de Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas, Chaves ha caído en la “trampa” que le tendió el dictador comunista –trampa que el dirigente socialista le puso “en bandeja”–, cuyo objetivo es “dividir a la oposición”.
A juicio de Moragas, el viaje del presidente autonómico andaluz a Cuba ha sido “el último eslabón de una cadena de errores” de un Gobierno carente de “pericia” fuera de nuestras fronteras.
El PP andaluz apadrinará presos políticos cubanos
Moragas cargó contra el titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a su entender un “boxeador sonado” a la espera de que alguien “arroje la toalla al ring”. Para el dirigente popular, la gestión de Moratinos está siendo “patética” y está hundiendo a España en la “máxima decrepitud política”. Por ello, pidió al Ejecutivo “medidas” contra el jefe de la diplomacia. De lo contrario –advirtió–, la responsabilidad recaería en el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero.