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El doble rasero de Atutxa: Mayor Oreja se queda sin votar los presupuestos por llegar tarde

El 28 de diciembre de 2002 se votaron en el Parlamento de Vitoria los presupuestos vascos para el año 2003. Un error del PP fue aprovechado para montar una argucia parlamentaria que no se parece en nada a la permisividad de Atutxa vista este jueves en la Cámara de Vitoria. Mayor Oreja, entonces presidente del PP vasco se quedó sin votar por llegar tarde. Eguibar le agradeció el regalo de navidad y no era para menos: Ibarretxe conseguía así sacar adelante sus presupuestos generales.

(Libertad Digital) El Parlamento Vasco aprobó los presupuestos pese a que la oposición contaba con una mayoría teórica (39 diputados frente a 36). El presidente de la Cámara, Juan María Atutxa, se percataron de que no había llegado Mayor Oreja y adelantaron la votación renunciando a su turno de palabra.
 
De hecho, algunos diputados del tripartito habían advertido que el coche del popular no había llegado y se pasó la consigna de acelerar la votación. Poco después llegó Mayor pero no se le permitió entrar a votar. Es cierto que si los populares hubieran reaccionado haciendo uso de su turno de réplica hubiera dado tiempo para que el entonces líder del PP vasco emitiera su voto. Pero la falta de reflejos fue bien aprovechada por el PNV
 
El portavoz del PNV, Joseba Egibar, dijo que Mayor Oreja ha sido como el Olentzero (el equivalente a Papá Noel en la tradición vasca) para el ejecutivo autonómico. No faltaron tampoco las críticas desde el PSOE de Madrid. El entonces portavoz parlamentario socialista, Jesús Caldera, acusó a Oreja de estar más preocupado por la sucesión de Aznar ­­–aún sin arreglar por aquellas fechas– y se dedicó a insinuar que el error debería costar la dimisión por “hacer dejación de sus funciones”. "La sociedad vasca y la española –dijo Caldera– necesitan una explicación y la asunción inmediata de responsabilidades. No valen las excusas ni los ataques con los que suele responder el PP cuando no puede justificar un hecho de la gravedad como al que nos enfrentamos".
 
Con Eguiguren no ha habido lugar a reprimendas porque su error de llegar a tarde no ha tenido consecuencias. Atutxa le ha dejado pasar “sin que sirva de precedente”. Lo dice horas después de admitir la posibilidad de gobernar con el PSE desde Vitoria.

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