L D (EFE) El único superviviente del naufragio hasta el momento, Gerardo Taboada, ha sido dado de alta en el Hospital Comarcal de Burela, tras superar la hipotermia y el estado de shock en el que fue hallado en una lancha que flotaba en las frías aguas del Cantábrico. La Sociedad de Salvamento Marítimo (Sasemar) optó por trasladar el barco -que naufragó en la madrugada del martes a veinte millas de la costa de Lugo-, a una zona menos profunda y más próxima a tierra, con el fin de evitar riesgos a los buzos y facilitar el trabajo. Momentos antes del traslado, que se desarrollará a lo largo de la noche, los escafandristas lograron cortar las redes y los aparejos que dificultaban el movimiento del casco así como la indagación de los camarotes.
La decisión de trasladar la embarcación se debe, según informaron a Efe fuentes de Sasemar, a que se trata de una zona protegida para el desarrollo de los trabajos de inspección y a que la dirección del viento era favorable. La ministra de Pesca, Elena Espinosa, que desde este martes está en Burela junto con los familiares de las víctimas, explicó que las operaciones de remolque se desarrollaron con "normalidad", bajo buenas condiciones meteorológicas, y que el barco avanzaba a 1,2 nudos de velocidad.
El primer paso fue atar un cabo del remolcador alrededor de la proa del pesquero y colocar unas defensas semirrígidas que le dieron flotabilidad, según precisó Rafael Bautista, técnico del departamento de Operaciones de Sasemar. El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, aseguró, tras visitar a los afectados, que "hay poco que decir" porque sólo queda "llorar" ante la desgracia de los familiares que, según pasan las horas, temen no encontrar con vida a los tripulantes desaparecidos.
La decisión de trasladar la embarcación se debe, según informaron a Efe fuentes de Sasemar, a que se trata de una zona protegida para el desarrollo de los trabajos de inspección y a que la dirección del viento era favorable. La ministra de Pesca, Elena Espinosa, que desde este martes está en Burela junto con los familiares de las víctimas, explicó que las operaciones de remolque se desarrollaron con "normalidad", bajo buenas condiciones meteorológicas, y que el barco avanzaba a 1,2 nudos de velocidad.
El primer paso fue atar un cabo del remolcador alrededor de la proa del pesquero y colocar unas defensas semirrígidas que le dieron flotabilidad, según precisó Rafael Bautista, técnico del departamento de Operaciones de Sasemar. El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, aseguró, tras visitar a los afectados, que "hay poco que decir" porque sólo queda "llorar" ante la desgracia de los familiares que, según pasan las horas, temen no encontrar con vida a los tripulantes desaparecidos.