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ALGUNOS INTERROGANTES YA HAN SIDO DESVELADOS

Los misterios del Windsor

A las once y veinte de la noche del día 12 de febrero, un gran incendio calcinó la torre Windsor, situada en el corazón financiero de Madrid. Como causa del incendio se apuntó a un cortocircuito. Pero misteriosas imágenes de siluetas y luces que se encendían y apagaban grabadas en vídeos, sumado a accesos secretos subterráneos han envuelto el suceso en una nube de misterio. La falta de coordinación y el oscurantismo informativo de Gallardón no han hecho más que acrecentar las especulaciones. ¿Qué pasó realmente en el Windsor?

A las once y veinte de la noche del día 12 de febrero, un gran incendio calcinó la torre Windsor, situada en el corazón financiero de Madrid. Como causa del incendio se apuntó a un cortocircuito. Pero misteriosas imágenes de siluetas y luces que se encendían y apagaban grabadas en vídeos, sumado a accesos secretos subterráneos han envuelto el suceso en una nube de misterio. La falta de coordinación y el oscurantismo informativo de Gallardón no han hecho más que acrecentar las especulaciones. ¿Qué pasó realmente en el Windsor?
(Libertad Digital) A dos semanas del incendio, algunos de estos misterios se han ido desvelando . La mordaza que el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, impuso a los servicios de emergencias municipales no ha hecho más que avivar la rumorología. No hubo explicación para ninguna de las informaciones que iban surgiendo sobre las circunstancias que rodeaban el incendio del Windsor, como el supuesto acceso subterráneo forzado, que después se supo rompieron los bomberos, o el butrón descubierto por la policía que, al parecer, realizaron los bomberos para introducir mangueras.
 
Quedan aún varios interrogantes por esclarecer. El vídeo de la siluetas tardó una semana en llegar de Murcia a Madrid para ser examinado por la Policía Científica. Finalmente, la Policía Científica concluyó que efectivamente las siluetas corresponden a dos personas que se hallaban en el edificio en el momento del fuego. Creen que se trata de bomberos, pero el Ayuntamiento lo niega. Nada se sabe de los otros vídeos con luces en las ventanas. Y sobre lo que revelen los ordenadores de control del rascacielos ya ha dicho el alcalde que no informará, fomentando de esta forma la proliferación de especulaciones, bulos y rumores.
 
El recorrido de un incendio
 
La primera hipótesis sobre el origen del fuego fue  un cortocircuito en la planta 21, perteneciente a la empresa Deloitte, que audita a la gran mayoría de las empresas que operan en el Ibex 35, la propietaria del edificio. Pero los interrogantes se sucedían. ¿No habían funcionado las alarmas cuando se declaró el incendio?  Florentino Reyzábal, presidente de la sociedad Ason, propietaria del edificio Windsor, explicó que las alarmas contra incendios funcionaron con normalidad y que los empleados de Prosegur y de mantenimiento subieron a la zona donde se declaró el fuego y no pudieron hacer nada por atajarlo.  ¿Cómo era posible que el fuego se propagara a tal velocidad que cuando llegaron los bomberos (todos los disponibles en Madrid) ya no pudieron hacer nada para atajarlo?
 
Hasta cinco días después del incendio, el miércoles 16, no se permitió la entrada de nadie en el edificio, que había quedado convertido en un amasijo de hierros con un alto peligro de desplome. Tras una primera inspección de tres bomberos para determinar el estado del rascacielos, hizo su primera entrada la Policía Científica que debía determinar el origen del incendio. Hasta entonces seguía barajándose la misma hipótesis del cortocircuito, al parecer en un aparato de aire acondicionado. Pero la propietaria Asón no estaba conforme con esta explicación.  La planta 21 contaba, además del sistema de detección de incendios de la torre con otro paralelo que también se monitorizaba los fines de semana desde la Central de Detección del edificio. Y el aire acondicionado se apagaba y desconectaba de la red eléctrica cada viernes a las 20.00 y no entraba en funcionamiento durante el sábado y domingo.
 
Misteriosas siluetas grabadas en un vídeo
 
El viernes 18, una semana después del siniestro, un vídeo grabado por una persona desde un edificio situado frente a la cara oeste del Windsor mostraba unas siluetas moviéndose en la planta 16 del edificio a las cuatro menos diez de la madrugada, cuando la torre se había convertido en un infierno. El Ayuntamiento dejó claro que no eran bomberos porque estos habían abandonado el edificio hacia la una de la madrugada. Se suponía que el Windsor estaba completamente vacío a esa hora, vigilado por los bomberos, acordonada la zona y contemplado por cientos de curiosos en la calle y por miles de personas en la televisión. El vídeo abre el camino a todo tipo de interrogantes y especulaciones. No se habían encontrado cadáveres ni había noticias de desaparecidos. Entonces, ¿las siluetas eran personas realmente? ¿Se trataba de un efecto óptico como apuntaba Deloitte? Y lo más importante, si eran personas ¿quiénes eran y qué hacían en un edificio envuelto en llamas y con peligro de desplome? ¿Cómo habían entrado y salido?
 
La Policía Científica requirió el vídeo para examinarlo, determinar su autenticidad y averiguar qué eran esas siluetas mientras los expertos especulaban sobre si había alguna posibilidad de que una persona pudiera soportar la temperatura de más de 300 grados que habría en el edificio a la hora de grabación del vídeo.
 
La primeras conclusiones señalan que el vídeo no ha sido manipulado y que las imágenes son reales. Pero aún no se conoce la identidad de estas dos siluetas y la investigación sigue adelante. Desde que se hicieron públicas las imágenes, los bomberos no han dejado de insistir en que ellos ordenaron el desalojo del inmueble varias horas antes de la hora en que se grabó el vídeo. Además, a esa hora la temperatura en la planta 16 debía ser ya alta, por lo que los intrusos debían tener algún traje especial.
 
Mientras, el domingo 20 la propietaria Asón reveló a la Policía que había accesos subterráneos al Windsor que habían permanecido abiertos desde el incendio. Al ser inspeccionados se comprobó que un acceso había sido forzado. Otro misterio que ha tenido en jaque a los ciudadanos hasta que el miércoles se supo que el candado había sido reventado por los bomberos.
 
Personas con radiotransmisores y luces en el edificio en llamas
 
El lunes 28 los acontecimientos se precipitan. Según informó Telemadrid, las investigaciones habían verificado la autenticidad del video. Las siluetas eran personas, estaban en la planta 21 del edificio a las cuatro menos diez de la madrugada del domingo, portaban radiotransmidores y no eran ni bomberos ni trabajadores. La Policía Científica certificó finalmente el jueves 3 de marzo que las siluetas eran personas y apuntan a que se trataba de bomberos. Sin embargo, el Ayuntamiento sigue negando este extremo. Oficialmente a la hora en que se grabó el vídeo el edificio estaba desalojado.
 
Al mismo tiempo, un nuevo vídeo grabado por otro vecino emitido por Telecinco mostraba que a la misma hora se encendieron tres luces entre las plantas 10 y 14 del rascacielos en llamas.  Un tercer vídeo muestra una hilera de ventanas encendidas ¿No se había cortado la electricidad?
 
Un butrón en el edificio
 
Por si esto fuera poco, la Policía halló el martes un butrón de salida del edificio, al parecer realizado el lunes por la noche. El agujero se había hecho desde dentro del Windsor en una pared de pladur por alguna persona para salir del edificio Windsor, al que supuestamente accedió por otro lugar. Más tarde, Telemadrid aseguraba que el butrón lo hicieron los bomberos para metar las mangueras.
 
Hasta el momento parece que había alguien en la torre Windsor a las cuatro de la mañana lo suficientemente interesado y preparado para permanecer en un edificio ardiendo, a altísimas temperaturas y a punto de derrumbarse. No habían entrado por la puerta porque no estaba registrada su presencia y no eran bomberos.
 
Quiénes eran los intrusos y qué hacían son los dos primeros interrogantes que la investigación tendrá que averiguar. Si el incendio fue fortuito o provocado es otra de las tareas que tendrá que determinar la Policía Científica. Y si fue intencionado, entra en escena el juez. ¿Por qué podría interesarle y a quién que ardiera hasta los cimientos uno de los edificios más emblemáticos de Madrid que albergaba firmas tan importantes como la auditoría Deloitte o el despacho de abogados Garrigues?
 
Continúan las pesquisas
 
La demolición del esqueleto del Windsor se retrasó hasta que la Policía Científica no concluyó sus trabajos, que continuaron el miércoles con la entrada de dos agentes con un perro adiestrado para detectar sustancias propagadoras de incendios. El perro no detectó nada. También el miércoles la policía sacó la información del procesador central de los ordenadores del control del rascacielos y los vídeos de seguridad para analizarlos.
 
 

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