L D (EFE) Fernández Ordóñez consideró estos datos "extraordinariamente positivos" y, aunque insistió en que "no hay que lanzar las campanas al vuelo", valoró "más que razonable" el objetivo para final de año de alcanzar un superávit para el conjunto de las administraciones públicas del 0,1 por ciento del PIB. En términos de caja, que computa los ingresos y pagos cuando se efectúan y no cuando se comprometen, como hace la contabilidad nacional, el Estado registró hasta febrero un déficit de 28 millones de euros, frente al superávit de 3.161 millones de euros de un año antes. Según Hacienda, este déficit se debió, principalmente, a los mayores pagos en lo que va de año por las obligaciones que quedaron pendientes de 2004 y al aumento de los gastos financieros, debido al diferente calendario de vencimiento en los intereses de la deuda.
El saldo primario, una vez descontados los intereses, se situó en 10.763 millones de euros, que representa el 1,26 por ciento del PIB. Dentro de la contabilidad de caja, los ingresos no financieros totales (Estado y comunidades autónomas) se elevaron en los dos primeros meses a 32.447 millones de euros, con un avance del 9,6 por ciento, de los que 25.580 millones corresponden a la Administración Central y 6.867 a las regiones. Los impuestos directos reportaron 13.258 millones de euros, el 15,6 por ciento y los indirectos 17.567 millones, el 13,2 por ciento más.
La recaudación por IRPF (el único impuesto directo cedido parcialmente a las comunidades) se elevó a 12.081 millones, con un alza del 13,9 por ciento, gracias a las retenciones del trabajo, mientras que los ingresos de Sociedades (impuesto no cedido) ascendieron a 721 millones, el 161,2 por ciento más que un año antes, por el descenso de las devoluciones. Dentro de la imposición indirecta, la recaudación del IVA se situó en 14.213 millones de euros, el 15,2 por ciento más, debido, en gran parte, al encarecimiento del precio del petróleo, explicó Fernández Ordóñez.
Los ingresos por tributos especiales se situaron en 2.906 millones de euros, con una subida del 3,9 por ciento, y dentro de éstos destaca la caída del impuesto sobre los hidrocarburos, también por la subida del petróleo, del 0,1 por ciento (bajó el 2,6 por ciento sólo en el mes de febrero), y el aumento del que grava el alcohol, del 17,6 por ciento, y el del tabaco, del 7,9 por ciento. En cuanto a los pagos no financieros, según la contabilidad de caja representaron 25.608 millones de euros, tras crecer el 27,4 por ciento respecto a los dos primeros meses de 2004.
Los gastos financieros se situaron en 7.790 millones de euros, el 68,5 por ciento más, por el diferente calendario de vencimiento en los intereses de la deuda. Los gastos de personal aumentaron el seis por ciento, hasta 2.867 millones de euros, y el secretario de Estado lo explicó por la paga extra a los pensionistas a consecuencia de la desviación del IPC sobre la previsión de 2004. Por el contrario, los pagos por bienes y servicios descendieron el 18,2 por ciento, debido a los menores pagos de ejercicios cerrados. Dentro de las operaciones de capital, destaca el fuerte aumento, del 33,9 por ciento, de las inversiones reales, aunque Fernández Ordóñez reiteró que "no hay que lanzar las campanas al vuelo" ante datos de sólo dos meses. La necesidad de financiación del Estado a finales de febrero se situó en 528 millones de euros, tras descender el 82 por ciento, y si se descuentan las posiciones de tesorería, la posición financiera del Estado ha mejorado en más de 3.300 millones de euros, reseñó el secretario de Estado.
Por el contrario, la productividad descendió en la construcción, por la intensa creación de empleo y la rebaja del ritmo de aumento del valor añadido. Por último, los servicios mostraron una evolución dispar, ya que, mientras los prestados por las administraciones mejoraron su productividad, gracias al estancamiento en la creación de empleo, los servicios de mercado aumentaron el empleo, lo que provocó una caída de la productividad.