L D (Agencias) La llegada de feligreses a la Plaza de San Pedro fue constante durante todo el sábado. Reunidos bajo las ventanas del palacio apostólico, miles de personas rezaron por el Santo Padre en su larga agonía. A las nueve de la noche, un rosario oficiado por el subsecretario de Estado, el argentino Leonardo Sangri, fue seguido por numerosos fieles. En silencio, los fieles acogieron la noticia del fallecimiento del Papa.
Hasta ese momento, miles de miradas convergían en la Plaza en dirección a las ventanas de los apartamentos privados del Papa Juan Pablo II, por quien se escuchan, como un murmullo, cientos de rezos, y todo ello con el sentimiento prácticamente unánime de estar despidiendo poco a poco al Pontífice. En medio del murmullo de las oraciones, grupos de jóvenes aplaudían al Papa mientras miraban a las ventanas de los apartamentos privados, donde la vida del Obispo de Roma se extinguía, poco a poco pero de forma inexorable.Último comunicado del Vaticano antes de la muerte del Papa
Casi una hora después de lo anunciado inicialmente, a las 19:20 horas de este sábado, la Santa Sede facilitó el último parte médico. Un escueto comunicado que recogía que el Papa continuaba "gravísimo, con fiebre alta". El boletín indicaba que "las condiciones clínicas del Santo Padre se mantienen gravísimas. A última hora de la mañana ha aparecido fiebre alta. Cuando se le requiere responde correctamente a las preguntas de los conocidos".
La nota estaba firmada por el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, que no compareció ante la prensa como inicialmente estaba previsto. A media mañana, el portavoz había dicho a los periodistas que las condiciones cardiorrespiratorias y metabólicas de Juan Pablo II eran ya "gravísimas", pero precisó que "no se puede hablar de estado de coma". Desde la madrugada había empezado a advertirse una pérdida periódica de la consciencia, aunque poco después Juan Pablo II asistió a la misa, sin participación activa.
La nota estaba firmada por el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, que no compareció ante la prensa como inicialmente estaba previsto. A media mañana, el portavoz había dicho a los periodistas que las condiciones cardiorrespiratorias y metabólicas de Juan Pablo II eran ya "gravísimas", pero precisó que "no se puede hablar de estado de coma". Desde la madrugada había empezado a advertirse una pérdida periódica de la consciencia, aunque poco después Juan Pablo II asistió a la misa, sin participación activa.Los jóvenes madrileños rezan en La Almudena
En España, cientos de fieles se acercaron a la Catedral de La Almudena, en Madrid, para orar por el Papa. La estatua de Juan Pablo II, situada en el patio de entrada a la catedral, amaneció rodeada de un pequeño santuario de velas y mensajes en los que se pedía al Papa: "Si te vas acuérdate de España" o "Llévame contigo porque yo te llevo en mi corazón". En su viaje a España en 1993, el Papa consagró esta Catedral, situada en el centro de Madrid junto al Palacio de Oriente, y donde en la tarde de este sábado se celebraron dos Eucaristías para rezar por él.
Tras el anuncio del fallecimiento del Papa, la Plaza de Colón de Madrid se llenó de jóvenes. Este punto acogió a Juan Pablo II en su última visita a España en 2003, y este sábado cientos de jóvenes se concentraron para lanzar un mensaje de esperanza tras la muerte del Santo Padre. Era la respuesta a una convocatoria realiza a través de los teléfonos móviles para agradecer al Papa que hace dos años, se dirigiera a ellos con un "se puede ser perfectamente moderno y perfectamente cristiano".
Los polacos peregrinan a Cracovia
En Polonia, el Santuario de la Divina Misericordia de Cracovia, consagrado por Juan Pablo II en su último viaje a su país natal, se convirtió en uno de los puntos de peregrinación de los polacos en la larga agonía del Papa. El enorme templo, con capacidad para 4.000 personas en su interior más otras 8.000 en la explanada central, se quedó pequeño para la multitud que se acercó a la hora del rosario, entrada la tarde y bajo un intenso sol.Tierra Santa y Fátima oran por el Santo Padre
En el santuario mariano de Fátima, muy vinculado con Juan Pablo II, se celebró una eucaristía dedicada a rogar por la salud del Pontífice, que peregrinó en tres ocasiones a este lugar de devoción en Portugal. También miles de cristianos se concentraron para rezar por el Papa ante el Santo Sepulcro de Jerusalén, abierto durante todo el día y parte de la noche a los fieles. Cristianos palestinos, peregrinos, frailes franciscanos y también griegos-ortodoxos, armenios y coptos oraron por el alma del Pontífice.Todos los conventos de Tierra Santa celebraron una misa especial por Juan Pablo II, entre ellos, el Santo Sepulcro, el Cenáculo, Getsemaní en Jerusalén; la Natividad de Belén; la Anunciación de Nazaret y la Iglesia de Cafarnaum en Tiberiades.
En Estados Unidos, donde viven más de 67 millones de católicos, continuaron las vigilias de oración y las misas por el Papa, mientras los cardenales estadounidenses se preparaban para viajar al Vaticano.
Roma se prepara para la llegada de peregrinos
Paralelamente a todos estos actos litúrgicos, una cuadrilla de trabajadores empezó este sábado a desmantelar el toldo que se coloca en la escalera de la basílica de San Pedro para proteger del sol a los oficiantes durante las misas al aire libre, lo que supondría que se ultiman algunos preparativos para el funeral de Juan Pablo II.
La ciudad de Roma también inició los preparativos para acomodar a los cientos de miles de peregrinos que llegarán en los próximos días. Se han instalado servicios higiénicos, se apostaron ambulancias y tiendas de la Cruz Roja y se aumentó el sistema de transportes que llegan a San Pedro. Además, el Ayuntamiento ha comunicado que se pondrán a disposición los estadios de fútbol de Roma, el Olimpico y el Flaminio, para acoger a los peregrinos, así como el área de la zona de Tor Vergata, donde se celebraron algunas ceremonias del Jubileo de 2000, como la Jornada de la Juventud.