L D (Agencias) Aguirre, que contestaba de esta forma a una pregunta oral dirigida por el jefe de la oposición durante el Pleno de la Asamblea, defendió que la respuesta de Lamela a "un asunto tan delicado" fue "adecuada", y le preguntó a Simancas "qué habría hecho" si hubiera recibido denuncias que reconoció que son "anónimas", pero que, según dijo, "aportaban datos, nombres y fechas" sobre lo sucedido en este centro sanitario.
La jefa del Ejecutivo autonómico aseguró que Lamela ha actuado desde "la cautela, la prudencia, el respeto y el apoyo a los profesionales desde la presunción de inocencia", y defendió su decisión de "separar temporalmente" al responsable de las Urgencias del Severo Ochoa, Luis Montes. De igual modo, respaldó la investigación realizada por la Inspección de la Consejería y el traslado de las denuncias a la Fiscalía de Madrid. "La actuación ha sido, lógica, ética y jurídicamente, como tenía que llevarse a cabo", afirmó.
En este contexto, insistió en que los casos de sedaciones presuntamente irregulares en el Severo Ochoa debería ser abordado por "médicos y expertos y no por políticos", lo que le llevó a solicitar a los grupos de la oposición que "no se politice un asunto tan delicado", a fin de "reforzar la confianza en los profesionales sanitarios de Madrid", a los que consideró "los mejores de España y entre los mejores del mundo".
Simancas pide el cese de Lamela
En su turno de intervención, Simancas pidió el cese del consejero de Sanidad al considerar que con su actuación ha causado "un daño gravísimo" a la sanidad madrileña, al "quebrar la confianza entre los médicos y los pacientes" y trasladar a los ciudadanos sentimientos de "temor, desconfianza e inquietud". El dirigente socialista criticó "la imprudencia y la irresponsabilidad" del máximo responsable de la sanidad madrileña y aseguró que debería "pedir perdón a los profesionales por haberlos acusado poco menos que de haber causado 400 supuestos homicidios". "A ustedes les gusta mandar mucho pero no responder de sus actos", dijo.